aragón es extraordinario

Barbastro presume de Museo Diocesano

Situado junto a la catedral, el centro expositivo ofrece al visitante una amplia colección de referencias en pintura, escultura, orfebrería y documentos gráficos

Más allá del fervor que despierta en los creyentes, el deleite visual que ofrece un gran templo es directamente proporcional a factores puramente artísticos como la majestuosidad, los acabados, la significación histórica, la combinación de elementos estructurales y cromatismos, las sensaciones polisensoriales... con todos esos factores en el matraz, poner el pie en el interior de la catedral de Barbastro impresiona, desde la propia base del retablo mayor, de Damián Forment; representa la Asunción de la Virgen y lo concluyeron Pedro Aramendia, Juan Miguel Orliens y Pedro Martínez.

El templo también exhibe el Pantocrátor de la iglesia de san Martín de Vio, en la capilla del Ángel Custodio de la catedral. De hecho, es una de las joyas del Museo Diocesano de Barbastro-Monzón, sito en la trasera de la catedral; María Puértolas es la subdirectora del espacio museístico, que lleva 10 años abierto. "Subdirectora y guía –ríe– con mucho gusto, además. Tenemos una colección muy heterogénea, formada por orfebrería, pintura, escultora, documentos gráficos… las piezas proceden de las parroquias de la diócesis y de la catedral. El discurso museográfico se articula en tres plantas y la distribución de las piezas es cronológica, desde el románico con las pinturas murales como el propio Pantocrátor de Vio al crismón trinitario de la catedral, una pieza tardorrománica policromada de gran calidad. También es muy llamativa la colección de lipsanotecas, las cajitas de madera en las que se guarda el acta de consagración y reliquias".

María explica que en el Museo hay una buena colección de pintura medieval y gótica, así como del renacimiento y barroco. "El colofón está en la tercera planta con el frontal de plata de la catedral, que hasta hace unos años aún se usaba en el templo. La última pieza que entró, hace apenas cinco meses, lo hizo en depósito; pertenece a la empresa AB Energía y es el cuadro ‘Esponsales de Doña Petronila con Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, en Barbastro’, pintado en el siglo XIX por Claudio Lorenzale. Es un cuadro clave para la historia de Barbastro y de Aragón; los esponsales fueron aquí, en la plaza de la Candelera, aunque el enlace matrimonial acaeciera en Lérida".

En la zona de orfebrería brilla el busto en plata de San Pedro, o el pokal (copa de vino en alemán) en forma de racimo procedente de la ciudad teutona de Ulm. También se conserva un bello píxide románico esmaltado, del siglo XIII, que evoca a los talleres de Limoges.

El museo organiza todo tipo de actividades durante el año, desde charlas y presentaciones de libros a visitas especiales teatralizadas; la más demandada es la de catedral y sus itinerarios secretos, que incluyen la cripta, el cementerio o las partes altas, desde el óculo a las bóvedas. También hay talleres para niños, desde los tres años al bachillerato, y funciona un taller de restauración diocesano que ha trabajado exitosamente en la recuperación de más de 100 piezas, tanto del museo como de particulares. "No quiero olvidar a la Asociación de Amigos del Museo, con más de 400 socios entre particulares y aportes de empresas protectores, y al grupo de 40 voluntarios que colaboran en el día a día, desde coser disfraces para los talleres infantiles a hacer fotografías, ayudar a las visitas con más de un idioma… de todo".

Vídeo de Barbastro en 'Aragón es extraordinario'

Vino del Somontano: una divisa de calidad con mucho calado

La D.O. Somontano, con 33 bodegas en su nómina, es santo y seña en el panorama vitivinícola nacional. Desde 1999, el Consejo Regulador de la D.O. tiene su sede en el antiguo hospital del actual Complejo de San Julián y Santa Lucía, junto a la plaza de toros de Barbastro, y en el primer piso ofrece al visitante el Espacio del Vino, para asimilar al detalle la esencia de este conjunto de voluntades y calidades, que tiene en el enoturismo su razón de ser. Raquel Latre es la presidenta del Consejo Regulador desde 2017. En la planta calle del edificio, el exquisito restaurante Trasiego y el gastrobar La Trastienda del Trasiego, con venta de productos agroalimentarios de kilómetro cero, redondean la propuesta.

Los vinos del Somontano tiene una presencia creciente en el mercado internacional, sobre todo Lejano Oriente y resto de Europa, pero es igualmente llamativa la consolidación de su oferta en el panorama nacional. Se trata de una de las denominaciones de origen más jóvenes de España y, a la vez, está entre las más pujantes, con vinos muy reconocibles y rescate de variedades autóctonas de uva, como la parraleta o la moristel, que incluso están inspirando monovarietales. Además, alianzas estratégicas como la hecha con Jamón de Teruel en los últimos años ha reforzado su presencia en el mercado.

En Barbastro

Dentro del rosario de bodegas de la D.O. el término municipal de Barbastro reúne a un buen número de referencias. Lalanne, Blecua, las gigantescas Pirineos y Viñas del Vero, Fábregas, Mipanas, Chesa, El Grillo y la Luna, Sommos, Batán de Salas, Meler y Laus.

Sommos, con apenas un lustro de andadura bajo el paraguas del GrupoCosta, se ha puesto en el pelotón de cabeza local. Carolina Cuello, su responsable de marketing, está feliz de trabajar en el Guggenheim del Somontano, como muchos llaman al espectacular edificio de la bodega a las afueras de Barbastro: una maravilla arquitectónica en acero y vidrio concebida por el riojano Jesús Marino Pascual. Tiene restaurante, además, aunque en la actual circunstancia no está operativo.

Sommos tiene una segunda planta en Murero, frente a la ermita de San Mamés (Campo de Daroca). Operativa desde 2015, el año anterior ya comenzó en clave de arrendamiento un trabajo de recuperación de viñas; la plantación original en la finca data del año 2000. Con su gama Glárima tiene un amplio calado en el entorno de restauración, y desde finales del año 2019 exhibe la gama Colección con cinco monovarietales, dos blancos y tres tintos.

Carolina explica que en Sommos hay 27 metros de bodega soterrada: se trabaja por gravedad. En la visita llaman la atención las salas de aromas, la inmaculada sala de catas, la zona de barricas con capacidad para 800 unidades de roble francés de 225 litros cada una (¿se acuerdan de Astérix en Bretaña?), el Club Premier (con sus numerosas actividades, que incluyen excursiones y ‘escape room’) y el viñedo experimental: el trabajo de investigación para mejorar el producto nunca concluye.

Mucho por ver y muchísimo por descubrir en la ciudad de Vero

Las mejores cosas de la vida son gratis, dice el adagio. No es del todo cierto, pero casi, y la frase también admite una corrección discreta hacia el remate ‘o son muy baratas’. De momento, en Barbastro se puede ir a la plaza de la catedral y admirar la estatua de Alberto Gómez Ascaso ‘Homenaje a los cofrades, de padre a hijo’, datada en 2010: eso es gratis. El pasado verano, Barbastro lanzó una pulsera turística a un precio de ocho euros que da derecho a visitar varios enclaves de interés en la ciudad: catedral y museo diocesano, torre de la catedral, el convento de las Madres Capuchinas, la iglesia de San Francisco y el museo e iglesia de los Claretianos. Se puede entrar a ellos todas las veces que se quiera desde el viernes por la tarde al domingo, y se aporta material de guía en papel, más audioguías en los monumentos. Entre uno y otro, por ejemplo, se puede disfrutar de la gastronomía local.

BARBASTRO

Comarca. Somontano de Barbastro.

Cómo llegar. Desde Huesca, su capital de provincia, hay 52 kilómetros por la A-22.

La Bodega del Vero. Es uno de los restaurantes más conocidos de la ciudad y, probablemente, el más carismático por historia y desfile de personalidades por su local.

Tomate rosa local. Ahora no es temporada, y se añora todo el año. Se ha convertido, junto al vino, en el santo y seña del deleite gustativo local. En el aparcamiento público junto al Vero, cerca de la catedral, hay un mural de David Gatta con dos ancianos mordiendo cada uno un lado de tomate.

Las letras. Barbastro presume hoy de los escritores Manuel Vilas y Mariano Gistaín, además de la directora del diario nacional ‘20 Minutos’, Encarna Samitier.

Juan Carlos Callejas. El Museo Diocesano tiene sala de muestras temporales en la planta calle, y alberga ahora mismo una exposición del zaragozano Juan Carlos Callejas concebida expresamente para el Museo. Se puede visitar hasta el 24 de marzo.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es extraordinario'.

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