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La búsqueda del tesoro del Maestrazgo empieza en Montoro de Mezquita
Alojarse en cualquiera de las tres casas rurales de la localidad da la opción de participar en un juego de pistas para conocer los enclaves de interés de la zona.
Jugar a la búsqueda del tesoro siguiendo un mapa al mismo tiempo que se conocen los principales puntos de interés de una parte del Maestrazgo es el objetivo con el que se planteó hace ya dos años una experiencia turística diferente en la pequeña localidad de Montoro de Mezquita.
Perteneciente al municipio de Villarluengo, Montoro cuenta con entre siete y 30 habitantes (según la época del año) pero muchos son quienes encuentran en este lugar el destino perfecto para pasar un fin de semana o sus vacaciones. Para alojarse, el pueblo cuenta con tres casas rurales que van de la mano en la experiencia de la búsqueda del tesoro.
Así, cuando los huéspedes llegan a los establecimientos, se les ofrece la posibilidad de realizar este juego que, pese a la palabra empleada, no se orienta solo a niños, aunque sí son, quizás, quienes más lo disfrutan.
Los que aceptan el reto reciben el mapa del tesoro en papel y, más recientemente, está disponible en una aplicación para el móvil. El documento tiene 35 puntos de interés marcados y ofrece varias rutas para recorrer la zona e ir de uno a otro. Las propuestas son de diferente dificultad y las hay para realizar con niños pequeños, de 3 a 5 años, hasta otras para adultos.
Si el aventurero quiere conseguir el reconocimiento final, se deberá pasar por al menos seis de estos enclaves y tomar una foto en cada uno de ellos. Al terminar la jornada, los exploradores regresan a casa y obtienen su recompensa en forma de álbum para colocar sus fotos, así como un diploma y una chapa.
Aunque la finalidad de esta actividad es dar a conocer el entorno de Montoro de Mezquita, la iniciativa tiene un tinte pedagógico. “Se trata también de introducir a los niños en el mundo de la naturaleza, la historia, el patrimonio, la paleontología, la geología y la botánica desde la observación y el respeto”, explica Carmen Olague, dueña de dos de las casas impulsoras.
Una propuesta nacida en el lápiz de Peter Wiechmann
Uno de los huéspedes habituales de las casas rurales de Montoro de Mezquita era Peter Wiechmann. Este famoso editor de cómics encontró en la localidad la paz para sus momentos de descanso. También halló inspiración en una tierra que le enamoró, quedando reflejados sus 25 años de relación con la zona en su libro ‘Vagabundos en el camino’.
Fallecido el pasado 2019, Wiechmann dejó como legado el mapa del tesoro original de Montoro de Mezquita. Aunque hoy se edita digitalmente para después imprimirse, el documento original nace del lápiz de este artista alemán.
Así, su recuerdo sigue vivo en la experiencia de la búsqueda del tesoro, una propuesta impulsada por quienes le dieron cobijo durante tantos años en el Maestrazgo.
La iniciativa surge hace varios años, cuando Carmen, obsequiada por Wiechmann con el mapa, decide formalizar la actividad. Para ello, se pone en contacto con el dueño de la tercera casa rural de la localidad, la del Bailador. Así, tanto en ésta como en las otras dos, El Obrador y Valloré del Maestrazgo, ofrecen la actividad a sus huéspedes.
En 2018, con la ayuda de la comarca, el proyecto se postuló para los premios a las mejores experiencias turísticas de Aragón, quedando entre los 25 primeros. Desde entonces, la búsqueda del tesoro del Maestrazgo se ha ido consolidando y cuenta con la financiación de la Asociación para el desarrollo del Maestrazgo (ADEMA), que se encarga de la edición e impresión de los mapas y folletos, así como de la posterior creación y el mantenimiento de la aplicación para el móvil.
Desde una necrópolis hasta bosques de sabinas milenarias
La zona de baños de Los Chorros, una necrópolis hispano-visigoda, sabinas milenarias, las pasarelas de Valloré o un antiguo molino donde después se fabricaron gorros para exportar a Turquía. Son cinco de los 35 puntos señalizados en el mapa que dan una idea de la diversidad y riqueza del entorno de Montoro de Mezquita. Naturaleza, historia y patrimonio conviven en esta pequeña pedanía situada en el corazón del Maestrazgo.
Es el destino perfecto para familias, excursionistas, observadores de la naturaleza, aventureros, exploradores y, sobre todo, amantes de la tranquilidad.
El punto más próximo al casco urbano de Montoro señalizado en el mapa es el Mirador de las Eras. Situado en las antiguas eras de trilla del pueblo, el espacio se ha reconvertido y hoy es un área recreativa con mesas para pic-nic, fuente, barbacoa y columpios. En las proximidades aparece otro de los enclaves señalados en el mapa, el antiguo molino harinero que, tiempo después, se convirtió en fábrica de tejidos.
Para los amantes de la naturaleza, el mapa muestra el camino hacia los estrechos de Valloré, una gran Hoz excavada por el río a lo largo de millones de años. Su longitud es de 200 metros, con una anchura de menos de seis y de gran profundidad. Un paisaje que se puede conocer de cerca realizando el recorrido de pasarelas, una ruta que discurre por la garganta del río hasta el estrecho. Desde los Chorros, una zona de baño que también está destacada como punto de interés, gran parte del recorrido se realiza sobre tablones de madera, con el río bajo los pies.
Antes de abandonar esta zona, se recomienda realizar una parada refrescante en los Chorros, donde el agua de la cascada cae sobre los hombros a modo de jacuzzi natural.
En busca de otro paisaje totalmente diferente, el explorador, en su búsqueda del tesoro, encontrará cobijo a la sombra de los bosques, donde se pueden encontrar varios ejemplares de árboles milenarios. Así, entre la masía del Colladico y el barrio de la Hoya Serval habitan dos ancianos ejemplares de Sabina Albar, cuya edad se estima que supera los mil años.
El pasado paleontológico de la zona también forma parte de la riqueza de Montoro, en cuyo mapa se incluyen varios puntos de interés relacionados con este ámbito. Uno de ellos es el abrigo El Cantalar, en cuyas paredes se hallaron pinturas rupestres de arte levantino del Neolítico. En estos lienzos naturales se plasmaron escenas de caza y también aparecen los animales que poblaban las montañas en aquella época.
Muy próximo a este enclave, la sima Peñarroya, en lo más alto de la montaña, guarda restos arqueológicos que indican que la zona se empleó entonces como lugar de enterramiento.
Estos son solo algunos de los puntos de interés que se esconden en el entorno de Montoro de Mezquita. Se pueden visitar por libre o, para darle un giro a la experiencia, se pueden conocer siguiendo un mapa que, más allá de proponer rutas, esconde un valioso tesoro por descubrir.
