ARQUEOLOGÍA

Los arqueólogos recuperarán dos salas del Castillo de Valderrobres

Las antiguas despensas, ahora llenas d+e escombros, podrán visitarse y desde ellas se verá el Pozo de la Mano Peluda.

La visita al Castillo de Valderrobres pronto incluirá dos nuevas salas en su recorrido gracias al proyecto de desescombro de las antiguas despensas, una iniciativa que la Fundación Valderrobres Patrimonial pondrá en marcha antes de finales de mes. Solo falta un último trámite, el permiso de Patrimonio del Gobierno de Aragón, que ya dio su visto bueno al propósito a finales de 2010.


El plan consiste en la retirada de más de un metro de tierra para dejar esos espacios al nivel del suelo. Además, en esta misma actuación se desescombrará el Pozo de la Mano Peluda, una cámara subterránea que también se encuentra llena de cascotes acumulados en anteriores actuaciones de limpieza. De esta manera, se podrá saber si desde este punto del Castillo surge algún pasadizo, como indica la tradición oral valderrobrense, o si se trata de las antiguas mazmorras, como sostienen los historiadores al no haberse encontrado en las prospecciones ninguna abertura en las paredes. No obstante, esta sala situada bajo el nivel del suelo no será visitable por el momento. Pero Valderrobres Patrimonial, que gestiona las visitas al Castillo desde 2009, estudiará la colocación de algún sistema para ver su interior sin necesidad de bajar hasta la cámara.


Las tareas correrán a cargo de un equipo de arqueólogos dirigidos por el caspolino Salvador Melguizo. Tendrán una duración estimada de un mes y medio o dos meses en función de los materiales que aparezcan enterrados o de las estructuras que se descubran, según apunta Manuel Siurana, director de Valderrobres Patrimonial.


El coste del desescombro de las despensas se elevará hasta los 6.000 euros, e incluso hasta los 8.000 euros si los trabajos se alargan. Por su parte, en el Pozo de la Mano Peluda se invertirán 4.500 euros. Serán sufragados por la Fundación, aunque contarán con la colaboración del Grupo de Acción Local Bajo Aragón-Matarraña.


Restauración incompleta


El Castillo de Valderrobres remonta sus orígenes a una torre defensiva del siglo XII que fue convertida en palacio en el siglo XIV. Sus años de mayor esplendor se dieron entre 1390 y mediados del siglo XV, bajo el dominio de los arzobispos de Zaragoza García Fernández de Heredia y Dalmau de Mur y Cervellón. A partir ahí, el Castillo se abandona y queda como una mera residencia raramente utilizada. Tras distintos avatares históricos, el palacio experimentó una gran transformación durante la restauración de los años 1982-1985. En 2003 hubo nuevas tareas de recuperación en las que se descubrió un silo.