Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Tic-tac radiactivo

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El método de datación por carbono-14 se aplica a las proteínas del ojo
ojo
HERALDO

ME DESINTEGRO

Los primeros humanos poblaron América hace 14.000 años. Es la conclusión a la que llegó el año pasado un equipo multidisciplinar de arqueólogos, geólogos y botánicos tras datar los restos de nueve especies de algas marinas encontradas en antiguas viviendas del yacimiento arqueológico de Monte Verde, en el sur de Chile. La antigüedad exacta de estos fósiles fue obtenida con ayuda del carbono-14, un isótopo del carbono que los científicos utilizan para fechar restos orgánicos.


El fundamento de este método es bien sencillo. El carbono-14 se forma continuamente en las capas altas de la atmósfera terrestre como consecuencia del bombardeo constante de las radiaciones cósmicas sobre los átomos de nitrógeno. Cuando se une con el oxígeno, el carbono-14 da lugar a moléculas de dióxido de carbono prácticamente idénticas a las formadas por el isótopo 'normal' del carbono (carbono-12). A través de la fotosíntesis, estas moléculas pasan a formar parte de los tejidos vegetales, que a su vez son ingeridos por animales. Los seres vivos mantienen en sus tejidos la misma proporción entre carbono-14 y carbono-12 que existe en la atmósfera. Cuando el organismo muere, la concentración del carbono-14 empieza a caer debido a la desintegración radiactiva. Transcurridos 5.730 años desde la muerte de un ser vivo, la mitad de su carbono-14 habrá desaparecido y, pasados 11.460 años, la cantidad de carbono-14 inicial se habrá reducido a una cuarta parte.


Con este método de datación, desarrollado por el químico estadounidense Willard Libby en 1947, se puede averiguar la edad de cualquier muestra que no supere los 50.000 años de antigüedad. Para períodos de tiempo más prolongados se usa el potasio-40, un isótopo con un periodo de desintegración de 1.250 millones de años.


A OJO

Los médicos forenses también le han encontrado utilidad a estas técnicas. Concretamente, el año pasado un equipo de investigadores de las universidades de Copenhagen y Aarhus (Dinamarca) logró calcular la fecha de nacimiento de cadáveres aplicando la datación con carbono-14 a las proteínas del ojo.


El experimento se centró en el cristalino, un componente del ojo con forma de lente biconvexa que contiene una alta concentración de proteínas. Desde que somos concebidos y hasta los 2 años de edad, el ojo sintetiza constantemente nuevas proteínas. Pero a partir de ese momento, el cristalino no se regenera y conserva la misma composición hasta el final de nuestra vida.


Esa peculiaridad ha sido aprovechada por el profesor Niels y su equipo que, usando solamente un miligramo de tejido ocular, han podido calcular el año de nacimiento de varios fallecidos con una sorprendente precisión. El nuevo método forense podría sustituir al análisis dental y óseo cuando se trata de descubrir la edad de cadáveres sin identificar.