Los viajes y el deporte ya no están reñidos. Si, por trabajo o estudios, estás pasando unos días lejos de casa y no quieres perder el ritmo de tu forma física, no te preocupes, tu gimnasio colabora con otros muchos de toda Europa y podrás ir a cualquiera, sea o no de la misma cadena. Esta es una situación 'idílica', pero que podría ser realidad en breve con la plataforma web Roamgym, recién creada por la 'startup', del mismo nombre, de la Universidad de Zaragoza.

Se trata de una herramienta que ayuda a los gimnasios a gestionar y “agilizar el acceso puntual de sus clientes a otros gimnasios”, en otras ciudades. Javier García, creador de Roamgym, invita a los centros deportivos, incluso a usuarios de los mismos, a visitar su página web y ahí cumplimentar el formulario de entrada a la plataforma. Holmes Place es una de las grandes cadenas de fitness que ya trabaja con Roamgym.

“Pretendíamos agilizar este intercambio de clientes entre diferentes gimnasios y nos encontramos -cuenta García- con que los gimnasios ni siquiera estaban conectados entre sí”. Este es, por tanto, el trabajo que Roamgym tuvo que abordar primero: establecer esa conexión automática entre ellos e invitarlos a colaborar, como paso previo a la organización del intercambio puntual de sus clientes. “Les ofrecemos ser los mediadores” y, así, “homogeneizar y protocolizar el servicio”.

Desde 2015, la plataforma incorpora una mejora tras otra. “Después de hacer un estudio del sector, proponemos a los gimnasios treinta accesos por cliente y año”. Los centros deportivos que no pertenecen a grandes cadenas, pueden, por ejemplo, colaborar con otros de su misma categoría.

Igual que las compañías telefónicas colaboran para no perder clientes con el traspaso de fronteras, Roamgym intenta recuperar los millones de antiguos usuarios que han perdido los gimnasios europeos en los últimos años.

Según un informe de 2015 de la Unión Europea, en los últimos cinco años se ha reducido en un 7% el número de inscritos a gimnasios. “Queremos recuperar esos clientes y lograr que los gimnasios se adapten al nuevo ritmo de vida de movilidad creciente”, dice Javier García, que se formó en Empresariales en la Universidad de Zaragoza y se especializó en economía social y nuevas tecnologías.

Cuenta que él mismo padeció, estudiando en París, las dificultades para proseguir allí con sus aficiones deportivas. “En España es bastante fácil apuntarse a un gimnasio para un corto espacio de tiempo, pero no es así, en absoluto, en Francia, Reino Unido..., donde te exigen a veces hasta un año de permanencia. Y es lógico -comprende García-, porque es un sector con un 95% de costes fijos”.

Le acompañan en el equipo de Roamgym Margaret Sobrón, Rafael Billar y Julia Fragó. El informático Pedro Lozano materializó las intenciones del equipo de Roamgym en la plataforma web que ya funciona. Ahora, tratan de sacar adelante la Red Europea de Gimnasios Municipales. “Estamos haciendo ya una prueba piloto con centros de Barcelona, Zaragoza, Madrid y París”.

Unos días de trabajo o un curso de Erasmus no tendrán ya por qué dejarnos sin tono muscular. Y el verano que viene no tendremos que darnos de baja en nuestro gimnasio; nos esperarán otros allá donde viajemos.