La crisis, el estrés, las expectativas, las prisas… todos estos factores pueden provocarnos pequeños episodios de ansiedad sin que ni siquiera sepamos que los estamos sufriendo. Hay quien la denomina ‘La epidemia silenciosa del siglo XXI’ y son muchos los profesionales que han centrado sus estudios en esta enfermedad durante los últimos años, pero todavía queda mucho por descubrir. Por el momento lo que está claro es que anticiparse es una de las claves a la hora de enfrentase a la ansiedad.

Precisamente, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alertaba a principios de año sobre el alarmante aumento en el consumo de somníferos y ansiolíticos en España en los últimos tiempos: casi un 60% en 12 años. Como posibles motivos, por un lado el que cada vez se recurra antes a la medicación como solución a estos problemas, al tiempo que podría haber un repunte de este tipo de enfermedades debido a las condiciones de vida del siglo XXI vinculadas a los hábitos alimenticios, a las nuevas dinámicas laborales y a nuestros vertiginosos ritmos de vida.

Nuria y Ana Cruz son hermanas, psicólogas sanitarias especializadas en trastornos de ansiedad y fundadoras del Instituto Aragonés de la Ansiedad. Tras años involucradas en el estudio de este fenómeno aseguran que la crisis de ansiedad es una de las manifestaciones más conocidas en nuestra sociedad, pero no la única. “La ansiedad es una respuesta innata que se desencadena automáticamente cuando nos sentimos en peligro, sin embargo no es necesario que éste exista de verdad” aseguran. Por eso, en estos casos es imprescindible anticiparnos y conocer las señales que nos envía nuestro organismo: “Lo realmente interesante es descubrir qué hace que nos sintamos amenazados como si nuestra vida estuviera en peligro real, físico”.

Se trata de una respuesta de nuestro organismo, muy primitiva, que tenemos los seres humanos ante situaciones de peligro. Pero ¿qué propicia su aparición? “Actualmente, muchísimas cosas: no estar a la altura, hacer el ridículo, equivocarnos, que no nos quieran, que nos rechacen, que nos dejen, no conseguir un buen trabajo, no tener dinero, perderlo, perder el trabajo... en definitiva, que la vida no vaya por el camino que deseamos”.

En opinión de las expertas zaragozanas, los continuos cambios sociales y culturales a los que nos enfrentamos tienen gran parte de culpa y han producido la aparición de numerosos problemas de adaptación en nuestra sociedad: “Necesitamos muchas cosas para vivir y ser felices”.

Aunque aseguran que no existe un perfil predefinido para ser víctima de la ansiedad, en su opinión existen algunos matices que podrían evidenciarlo. “Todos llevamos esa respuesta automática impresa en nuestros genes. ¿Qué es lo que te viene a la cabeza antes de un examen, de una cita importante, o una entrevista de trabajo?”, plantean. En su opinión, la ansiedad es “una de las problemáticas emocionales de mayor incidencia” en nuestros días.Sintiendo las 24 horas

Si tuvieran que desear algo para sus hijos, ¿qué sería? ¿Qué les gustaría haber logrado una vez cumplidos los 90 o 100 años? “Casualmente a todas las personas que les hemos realizado estas preguntas… han respondido con sentimientos y emociones. Nadie ha pensado en dinero, en pisos o en cosas materiales”. Así comenzaba la conferencia sobre las emociones de las hermanas Cruz en el Ámbito Cultural El Corte Inglés de Zaragoza, ante una nutrida audiencia de más de un centenar de personas.

“No podemos dejar de sentir, sentimos las 24 horas del día. Sin embargo, tradicionalmente se nos ha obligado a dejar de hacerlo porque se han relacionado los sentimientos con la debilidad o con cosas malas”, aseguran. Es por eso que el trabajo continuo en esta materia y el aprender a escucharse a uno mismo y con atención se está convirtiendo en una de las actividades de moda en nuestros días, a través de prácticas como la meditación, el yoga o el ‘mindfulness’.