Los senos anómalos requieren una mamoplastia más compleja

Las llamadas mamas tuberosas presentan algún tipo de malformación y requieren una intervención especial.

La forma y la posición permiten detectar a simple vista si se trata o no de mamas anómalas.
La forma y la posición permiten detectar a simple vista si se trata o no de mamas anómalas.

El término mama tuberosa se refiere a la forma de tubo o cono que adquieren los senos que se desarrollan anómalamente durante la pubertad de la mujer, y que en caso de querer realizarse un aumento de pecho debe tenerse en cuenta para elegir un procedimiento diferente al habitual, según han advertido desde Policlínica Barcelona, ya que no siempre las mujeres que lo padecen son conscientes de ello.

"El diagnóstico de esta anomalía es determinante a la hora de indicar el plan quirúrgico más adecuado, puesto que la reconstrucción de mamas tubulares es más compleja que un aumento mamario simple debido a las distintas fases que implica la operación", han explicado.


Para corregir la deformación, los expertos de Policlínica recomiendan realizar la corrección de la glándula y, posteriormente, colocar un implante especial e indicado según el grado de tuberosidad. "Por eso este tipo de operaciones solo puede ser llevada a cabo por cirujano práctico-reparador acreditado", han asegurado, ya que "aunque padecer mama tuberosa no entraña ningún riesgo para la salud, si recomendamos ayudar a la mama a que se desarrolle y corregirla para obtener un aspecto natural y acorde a la edad y físico de la paciente".


Según los expertos, además, "someterse a un aumento de pecho sin corregir la glándula y sin utilizar los implantes correctos puede ocasionar daños estéticos importantes y, muy probablemente, acentuar la tuberosidad. Por ello es crucial disponer de un buen diagnóstico y acudir a un centro especializado que disponga de todos los medios para garantizar el mejor resultado".


¿Cómo identificarlas?

Para su detección, los médicos de Policlínica Barcelona han señalado tres características en las que deben fijarse las mujeres para identificar este tipo de pecho. En primer lugar la forma, cuando el pecho es pequeño y tiene forma de tubo o cono, además de parecer caído en la mayoría de casos; la situación y el aspecto, siendo común la asimetría mamaria, las cuales nacen más bajas y lateralmente en el torax; y, por último, el pezón, que tiene la aureola grande en relación al tamaño del pecho y habitualmente es puntiagudo.


"Este tipo de malformación puede clasificarse en cuatro grados de desarrollo. Una vez diagnosticado el grado de mama tuberosa, el especialista debe facilitar una información detallada y completa a la paciente sobre las distintas técnicas quirúrgicas", han explicado los especialistas, que han añadido que "esta intervención requiere corrección de aureola-pezón, reconstrucción del surco submamario y expansión de la parte baja de la mama, así como una intervención en la glándula, y se requiere usar implantes especiales para ello".


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