Una nueva luz para operar el cáncer de vejiga en el Servet

Emplean una nueva iluminación para realizar endoscopias e intervenir tumores de tipo superficial.

Intervención mediante endoscopia de un paciente con cáncer superficial de vejiga
Intervención mediante endoscopia con luz NBI de un paciente con cáncer superficial de vejiga

Los urólogos del hospital Miguel Servet han comenzado a utilizar una nueva técnica, la luz NBI (Narrow Brand Imaging), que permite un mejor diagnóstico de posibles células tumorales de vejiga de tipo superficial. Este cáncer, del que no existen marcadores, puede detectarse así con mayor antelación y, al mismo tiempo, permite tanto un mejor control del mismo como controlar su previsible reaparición.


El tipo de cáncer de vejiga superficial es distinto del llamado músculo invasivo, de mayor gravedad y con capacidad de producir metástasis. No obstante, existe un pequeño porcentaje de riesgo de que el tumor de tipo superficial pueda convertirse en infiltrante y, por ello, los especialistas advierten de que la prevención y un adecuado seguimiento son clave. En este sentido, conviene recordar la alta prevalencia del tumor vesical en Aragón, con 30 casos por cada 100.000 habitantes (la media nacional son 24,6), debido en buena medida al envejecimiento de la población.


«Esta técnica filtra la luz normal y utiliza solo una banda estrecha formada por los espectros de las longitudes de onda de la luz azul y verde, que se absorben selectivamente por la hemoglobina de los vasos de la vejiga y con ello resaltan las zonas más vascularizadas, al verse los vasos con mayor contraste. Los tumores vesicales están muy vascularizados e indirectamente nos alertan de zonas sospechosas en las que pudieran existir casos incipientes. Es útil ante lesiones muy pequeñas o planas que no se ven a simple vista", afirma el especialista Ángel García de Jalón. "Hablamos de aplicar un principio físico, una mejora tecnológica del procedimiento que ya se emplea, la endoscopia, al igual que se hace en otras especialidades como digestivo, si bien en este caso mediante suero", apunta su colega Miguel Blas.


No solo es útil para el diagnóstico del tumor sino para su seguimiento, ya que esta enfermedad tiene una alta tendencia a reaparecer que los especialistas calculan entre el 50 y 70%.


El cáncer de vejiga superficial no puede detectarse mediante marcadores tumorales, por lo que estas endoscopias suelen realizarse ante un síntoma, habitualmente, el sangrado en la orina. Tras ello, el seguimiento se establece "mediante un estricto protocolo", con endoscopia, para detectarlo "aunque no haya sangrado", afirma Mª Jesús Gil, jefa de servicio de Urología del Miguel Servet. Asimismo, con esta técnica de endoscopia también se realiza la posible eliminación de las células sospechosas.

A la vanguardia

Este sistema de luz NBI está ya incorporado en un tipo de torre de endoscopia, de Olympus, que se emplea en el hospital zaragozano. Tras utilizarse en otras especialidades, es ahora cuando se ha incorporado a la de urología. "De hecho, estamos formando a especialistas de otras Comunidades e, incluso, de Portugal", afirma Miguel Blas.


La prevención básica ante este tipo de cáncer, en cualquier caso, está en abandonar hábitos como el tabaco, considerado un factor de riesgo esencial. En términos globales, el cáncer de vejiga es el cuarto más importante en incidencia en el caso de los hombres.


Dentro de los tumores de vejiga, los superficiales son los más comunes y tienen mejor pronóstico que los infiltrantes, ya que el riesgo de metástasis es pequeño. Al no existir marcadores, se detectan con los primeros síntomas ?como el sangrado? que, no obstante, suelen producirse en fases iniciales del mismo.


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