Es lo que hay
Camino ribera abajo hacia La Cartuja. Camino solo, sólo el rio me acompaña. Su orilla me ofrece lo que tiene, sombra fresca y algarabía, martinetes y garzas entre chopos, fresnos y carrizales. No intimamos. En esta tierra no se abraza porque sí.
A medida que avanzo, la historia de don Alonso y doña Jerónima me retiene el paso. Ambos, viendo el fin cierto de su linaje, fundaron y procuraron con su fortuna techo y sustento a los Cartujos. Igual que el rio les proveyó de dones, la generosidad de sus mentores les dio el reposo que la oración precisa.
Recorro ahora La Cartuja, veo cartujanos pequeños y grandes fruto de oraciones y desvelos, del querer y no poder de don Alonso y doña Jerónima.
Yo vengo caminando. El rio me acompaña. Ofrezco todo lo que tengo. Sólo espero de este rio y de sus tierras la algarabía de un cartujano más. Es lo que hay, aquí se da todo lo que se tiene por lo que más se quiere.