El tobogán

Ya lo estoy viendo. Vamos, vamos, corred. ¿No veis que hay mucha fila? ¿Os acordáis cuando la abuela lo contaba? Ja, ja, ja. La abuela decía que había un muñeco que te comía por la boca y luego salías por el… Ja, ja, ja. ¡No puedo decirlo! ¡Me da tanta risa! Aprieto la mano que me sujeta. ¡Qué emoción! ¡Ya llegamos! ¡Por fin me llevan a verlo! y voy a hacer como hizo mi abuela. ¡Saldré por el culete de un muñeco! ¡Ja, ja, ja! ¡Uy! ¡Menos mal que no me han oído! ¡Ay!, ¡es muy grande! Hay muchos niños. Todos entran por la boca. ¿Y si se me come de verdad? ¿Y si no salgo? ¿Qué habrá allí dentro? No voy a poder. ¡Qué miedo da! Esa boca y esos ojos enormes. Tengo miedo. No quiero subir. Me escondo tras la mano que me lleva. Unas palabras me calman. Recuerdo las historias de mi abuela. ¡A ella no se la comió el Tragachicos ese día! ¡Bien! ¡Qué nombre tan feo! Ya estoy llegando. Abuela: ¡mírame!, soy valiente, no me come, ¡voy a salir por el culete!