Cruzando tu territorio
Llegando desde el noroeste, con un brío suave, entro en tu terreno y me desplazo por tu yesos. Al traer en mis aguas los sabores de vino, entro sediento para tus campos y vecinos, llevo por mis meandros alegría, felicidad. Sin querer me desbordo. ¡No lo hago por maldad!.
Estoy satisfecho, limpio sotos y cañizos, algún tope a mi destino. ¡No puedo llegar donde necesito!
Los galachos, mis arcaicos caminos, son restos que quedan de mi fluir cansino por tu tierra y señorío. ¡A veces vuelvo a ellos!
No tengo prisa en salir, me encuentro a gusto dentro de ti, me resisto llegar al final para volver a surgir.
Las veces que paso y cruzo, recuerdo que hasta Fontibre llegaran gotas derramadas a la mar. ¡que no es morir!.
Volveré y no estarás, pero aragoneses del futuro mi paso admiraran a tí recordaran.