Otros ya lo hicieron antes

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Hijos míos, querida esposa, sirvan estas letras, recogidas por la fiel mano de mosén Rodrigo, de cuál es mi firme voluntad si las calenturas que me tienen postrado son el instrumento definitivo que nuestro señor ha escogido para llamarme.


Tres años ha desde que dejamos Daroca y tuvimos licencia para embarcamos y con buen y mal tiempo llegar a esta tierra de Nueva España. Muchos han sido los sucesos y venturas desde entonces y algún día os darán buena cuenta de ellas, no es ahora mi intención, pues las fuerzas me faltarían para tamaña empresa.


La gran mortandad de estas ciénagas en las que hemos dado acabar nuestra ventura de buscar tierras nuevas en las que emplear nuestras personas con mayor fortuna que la necesidad en la que estábamos reducidos en nuestra tierra, me hace temer el fin; por eso dispongo sean partidas en 4 las parcas ganancias que os envío: dese una parte a mosén Rodrigo, dos al pago de deudas y la última sea regida por mi hermano hasta que Luis alcance la mayoría.


Jerónimo de Ortal