Mercedes-Benz tiene claro que la Clase S no es solo el máximo exponente de la tecnología de la marca sino un punto de referencia, un espejo en el que los demás constructores de coches tienen que mirarse. Por este motivo, cada generación de este modelo es todo un reto para los ingenieros de la marca de la estrella, que ha basado la nueva gama en tres pilares de excelencia fundamentales: Intelligent Drive, Efficient Technology y Essence of Luxury, traducido al castellano, Conducción Inteligente, Eficiencia Tecnológica y Esencia de Lujo.

Por poner solo un ejemplo de cada pilar, en primer lugar, un sinfín de sistemas nuevos hace la Clase S más confortable y más segura todavía. La eficiencia queda reflejada, por ejemplo, en que los motores que rondan el rango de los 200 cv han rebajado a la mitad su consumo en diez años y se quedan en unos 4,4 l/100 km. Y, en cuanto al lujo, acceder al interior y acomodarse en sus 'butacas' es toda una experiencia.

En diseño, los ingenieros también tenían que seguir con una 'rutina': cualquier persona, sea mayor o un niño, es capaz de reconocer un Mercedes a lo lejos. Tiene muchas características que lo diferencian. Por este motivo, El rostro típico de Mercedes ha conservado sus atributos característicos a lo largo de la historia de la marca.

A fin de subrayar la distinción y el liderazgo de la nueva Clase S, la parrilla del radiador es mayor que hasta ahora, en posición erguida y de configuración acentuadamente tridimensional. La nueva generación posee las proporciones clásicas de una berlina: capó largo, línea tersa y fluida en el techo, en forma de cúpula, y un trazo ligeramente descendente en la zaga. Así, aun asegurando la habitabilidad, la línea del techo le da aire de deportivo-cupé.

Las superficies convexas y las líneas de la pared lateral de la nueva Clase S confluyen en la zaga a través de un dinámico estrechamiento. La forma ligeramente descendente no es solo elegante, sino que aporta además ventajas aerodinámicas. Líneas horizontales desde la tapa del maletero hasta el paragolpes acentúan la anchura del vehículo en la vista trasera. La intersección de la luneta posterior con el montante trasero es otro rasgo típico de los diseñadores de Mercedes-Benz. Está redondeada en la parte superior, adquiriendo de ese modo un cierto aire de cupé. Los innovadores grupos ópticos traseros coronan el diseño de la berlina: se encuentran integrados plenamente en el cuerpo del automóvil y culminan con su configuración a modo de joya engarzada. Su estructura interior, ordenada y precisa, aporta calidad y diseño hasta el último detalle.

Motores

La gama de modelos en el primer año de la nueva Clase S consta del S 400 Hybrid, el S 500 y el S 350 Blue Tec, esto es, un híbrido, un diésel y uno de gasolina. Ofrecen un consumo hasta 20% menor que el de sus antecesores. La totalidad de los motores alcanza el actual nivel de emisiones Euro 6. El S 400 Hybrid y el S 350 Blue Tec cumplen además los severos criterios de la categoría de eficiencia A, mientras que el S 300, llega a la categoría A+.

El año que viene aparecerá una versión híbrida enchufable (gasolina-eléctrico), de 422 cv, y el S 300 Blue Tec Hybrid, cuyo propulsor térmico es diésel.