En el Colegio Sagrada Familia de Zaragoza los niños de Educación Infantil saben ya lo que significa "ser protagonistas" de su propio aprendizaje en el centro.

Así, desde edades tempranas, se les enseña a disfrutar de ese aprendizaje, a compartir y a realizar trabajos en equipo con el apoyo de diferentes materiales y a valorar todo lo que ofrece la naturaleza por medio del mantenimiento y cuidado de su propio huerto. "Las generaciones digitales usan el cerebro de forma diferente a la de sus abuelos. Educar personas no está reñido con vivir de cara al futuro", afirman desde este colegio en el que la incorporación de ordenadores y pizarras digitales constituye un ejemplo de su apertura a la innovación en materia de aprendizaje.

"Introducir la robótica en el aula significa llevar al quehacer diario el trabajo en equipo y los proyectos. Las herramientas ya no son solo el papel y el lápiz. El alumno digital tiene muchas más capacidades que no se miden en los exámenes, sino en los proyectos desarrollados", detalla Jesús Marín, el director del centro. Su metodología, por tanto, está enfocada a convertir al alumno en "protagonista" de su propio aprendizaje, en un momento en el que el modelo de examen de selectividad "ahoga la creatividad y el emprendimiento de los jóvenes".

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