Ibercaja Llaves Solidarias complementa las políticas públicas de alquiler social, al atender a un segmento de población de bajos ingresos, que no puede alcanzar los baremos que se exigen en estas bolsas de viviendas.

A lo largo de estos 10 años, el perfil de los inquilinos ha sido, mayoritariamente inmigrante y el porcentaje de los españoles asciende al 22%, un porcentaje que, con la evolución de la crisis, está creciendo.

Otras características de los perfiles de estas familias es que pueden haber sido víctimas de la violencia de género, o con niños, así como personas mayores, solteros, parejas y familias que disponen de una pensión muy pequeña.

Ibercaja Llaves Solidarias suma desde sus inicios, hace diez años, 582 alquileres para 1.900 personas.

Su éxito se basa en que ha logrado aunar intereses encontrados. Por un lado, se garantiza al propietario el abono del alquiler ante una posibilidad de impago por parte del inquilino, que se le ingresa el día 7 de cada mes.

Por otro lado, se ha conseguido que ciertos colectivos con algún tipo de ingreso, pero que no lo pueden demostrar documentalmente, o por causa de su origen, etnia, apariencia o situación social, puedan alquilar sin dificultad una vivienda, cuando anteriormente era prácticamente imposible lograr tal objetivo.

Además, se han logrado paliar reticencias que impedían que estos pisos saliesen al mercado de alquiler. Gracias a que técnicos de la Fundación Federico Ozanam median cuando hay algún problema entre los inquilinos y la comunidad de propietarios, como, por ejemplo, ruidos, música alta u otras molestias.

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