¡Hola artistas! Esta semana vamos a hacer una obra de arte sencilla en cuanto a ejecución y espectacular por el resultado.

Vamos a pensar en lo que vemos cuando nos asomamos a un espejo: la realidad se refleja en él. Con el agua de los ríos y lagos pasa igual; todos hemos visto reflejado en el río Ebro la figura de la basílica del Pilar. Estas imágenes que vemos tanto en el espejo como en el río son simétricas.

Ahora vamos a practicar. Para ello tenemos que preparar los siguientes materiales:

cartulina de color blanco o claro, lápiz, ceras de colores y acuarelas.

Primero, colocamos la cartulina en posición paisaje (horizontal) y trazamos con lápiz una línea paralela a la base y a mitad de altura.

Segundo, elegimos el motivo que vamos a dibujar. En un principio puede ser un bosque o una fila de casitas de colores. Dibujamos los árboles o las casitas sobre la línea que hemos trazado con anterioridad.

Tercero, coloreamos este dibujo con ceras de colores. En el caso de las casitas os aconsejo decorarlas en vivos colores y cada una de un color diferente.

Cuarto, dibujamos lo mismo en el otro lado del papel. Para que nos resulte más fácil podemos darle la vuelta a la cartulina. Tenemos que dibujar exactamente todo igual, como si estuviese reflejado.

Una vez terminada esta parte del dibujo llega la hora de colorear con acuarelas, este cambio de pinturas hará que nuestra parte de dibujo reflejada quede menos nítida y con los colores más diluidos. Como por arte de magia parecerá que es el agua del río.

¿A que es una buena técnica? Y además pintamos con lo que más nos gusta, con ceras y acuarelas.

Seguro que después de hacer este dibujo se te ocurren un montón de ideas 'reflejadas'.

¡Hasta la próxima semana!