Heraldo del Campo

José Manuel Penella: "Ahora más que nunca, el sector primario necesita organizaciones fuertes"

Durante los próximos cuatro años volverá a llevar las riendas de la organización agraria UAGA.

José Manuel Penella, en la sede de UAGA en Zaragoza
José Manuel Penella: "Ahora más que nunca, el sector primario necesita organizaciones fuertes"
Oliver Duch

Durante los próximos cuatro años, José Manuel Penella volverá a llevar las riendas de la organización agraria UAGA, en la que tiene que cerrar la brecha que ha abierto el enfado de los agricultores turolenses por el reparto de la PAC.Ha vuelto a ser reelegido secretario general de UAGA. ¿La etapa que tiene ahora por delante es muy distinta a la que encontró cuando llegó por primera vez al cargo hace cuatro años?

Es distinto, sí. Hace cuatro años teníamos pendiente la reforma de la PAC, ahora tenemos que aplicarla que, por cierto, después de tanto tiempo negociando sigue siendo idéntica a la anterior. Ahora tenemos que trabajar en el nuevo plan de desarrollo rural, que podría introducir cambios en la incorporación de jóvenes y ahí es donde tenemos que pelear. Se ha aprobado también la ley de medidas para mejorar la cadena alimentaria, que no es la norma que nosotros esperábamos pero al menos tenemos una ley que hay que conocer mejor y trabajarla mejor hasta conseguir nuestro objetivo que no es otro que tener unos precios mínimos que cubran los costes de producción. También está la ley de integración cooperativa, en la que también hay que centrarse porque tal como han quedado las cooperativas aragonesas solo pueden hacerse más grandes si se asocian con otras estructuras pero de fuera de la comunidad.La PAC marcó su mandato anterior, pero no le va a dar ningún respiro en esta nueva etapa. En 2017 hay una revisión intermedia. ¿Ya tiene UAGA preparada la artillería para cambiar esta PAC que nunca le ha gustado?

Nosotros vamos a insistir en la definición de agricultor activo que siempre hemos defendido, es decir aquel que el 25 % de sus ingresos agrarios procede de la venta de sus productos y además cotice a la Seguridad Social, porque solo de esta manera nos podemos plantear las tres medidas de carácter voluntario que la UE dejó en manos de los Estados miembros. Es decir, destinar hasta el 5 % del presupuesto del primer pilar a las zonas desfavorecidas; trasvasar fondos del primer pilar (ayudas directas) al segundo pilar porque es en el desarrollo rural en el que se pueden hacer políticas, ya que las ayudas van a la inversión y, por lo tanto, al empleo. Además, con una adecuada definición de agricultor activo pediríamos el pago redistributivo que existe en Francia, y que no es otra cosa que destinar hasta el 30 % de las ayudas a un pago a las primeras hectáreas.Algunas decisiones de la PAC han abierto brechas en UAGA, en concreto en Teruel. ¿Ya se han cerrado las heridas?

Es que lo del Gobierno de Aragón... Tener una política de bien quedar con todo el mundo es no tener política agraria. UAGA ya advertía desde 2011 que lo que se estaba negociando mantenía el ‘estatu quo’ de la PAC y eso se hizo evidente cuando el Gobierno aragonés, del que tengo que decir que hemos tenido mucha información, sacó esos famosos mapas con los colores de los estratos y se hizo visible que unos estaban peor que otros. UAGA le dijo a la consejería que como esa PAC no era suya si el Gobierno consideraba que un reparto era mejor que hiciese lo que creyera conveniente, que UAGA no estaba ni a favor ni en contra. Los turolenses no entendieron nuestra decisión. Yo tengo la sensación de que esta situación nos ha hecho más daño que a nadie. La no participación de Teruel en nuestra asamblea general fue una reacción desproporcionada porque creo que ahora más que nunca el sector necesita unas organizaciones fuertes y una UAGA fuerte es una UAGA regional. Quiero que se ponga cordura a la situación. No ha habido bajas, pero también es cierto que las heridas no están cerradas y yo tengo un vacío en mi ejecutiva. Estamos iniciando conversaciones, pero también entiendo que el enfado de Teruel no va a ser cosa de un día. Necesita un cuidado, un tratamiento y nosotros vamos a dárselo siempre con una política de puertas abiertas. Tampoco benefició el momento preelectoral en el que se ha producido este problema, en el que se han metido muchos partidos políticos y eso no ha servido precisamente para apaciguar la situación. Por eso, quizá el asunto no se resuelva hasta dentro de unos meses.La crisis ha pasado factura a organizaciones empresariales y sindicales. ¿También a UAGA?

Al principio de la crisis tuvimos que tomar medidas y ajustar la estructura a la nueva realidad, pero tenemos una gran masa social a la que no les es gratis estar aquí. Un 40 % de nuestro presupuesto viene de las cuotas de los socios –tenemos más de 5.000– y también prestamos servicios. La subvención del Gobierno solo supone un 10 %. Tras el ajuste inicial hemos podido aguantar bien, incluso hemos abierto nuevas oficinas.Ahora que el Gobierno comienza a hablar de recuperación, ¿tiene la sensación que se ha vuelto a dejar de hablar de ese sector agroalimentario del que el Ejecutivo ha presumido tanto durante la crisis?

Un poco sí, parece que ya se está mirando hacia otro lado, pero el sector agroalimentario aún tiene mucho que aportar a la mejora de la economía y el empleo. Pero hay que invertir en esto también. De todas formas, en estos momentos los partidos políticos están muy interesados en el sector y nos piden propuestas para sus programas electorales. Solo espero que lo recojan y que después lo cumplan.Precisamente en este año tan electoral, ¿qué le pide UAGA a los nuevos Gobiernos aragonés y español que salgan de las urnas?

Tiene que haber política agraria, que no digo PAC, sino política agraria. Y por supuesto tenemos que tener un Gobierno con decisiones propias. No puede ser que la Organización Mundial del Comercio nos obligue a no producir alimentos, no puede ser que nos obligue al acuerdo de asociación con Estados Unidos... Tenemos que tener soberanía alimentaria y unos gobiernos que utilicen la legitimidad que les dan las urnas para hacer su propia política agraria sin claudicar a los mercados.¿El veto ruso sigue siendo la gran preocupación en este 2015?

Sí, realmente nos preocupa porque salimos muy tocados el pasado año, es cierto que también por las condiciones climáticas pero el boicot de Putin fue la puntilla, especialmente para el sector hortofrutícola que ha quedado muy debilitado económicamente, sin liquidez. Hay que buscar soluciones porque se trata de un sector que genera 15.000 empleos en campaña y eso habría que intentar mantenerlo por todos los medios.Al menos, el descenso del precio del petróleo está dando un respiro a los costes de producción.

En los cultivos extensivos cerealistas la bajada de gasóleo se nota, por supuesto, pero porque se necesita mucho carburante y llenar el depósito del tractor es ahora más barato. Pero en Aragón hay explotaciones de todo tipo, que utilizan abonos, fertilizantes, plásticos y otros productos que dependen directamente del precio del petróleo. Y ahí precisamente no se han notado estos descensos.Bruselas ha decidido que sea cada país quien decida si prohibe o no los transgénicos. ¿Cómo lo ve UAGA en una comunidad campeona en superficie ocupada por estos cultivos?

Tanto el gobierno autonómico como el español siempre han dejado claro su apuesta por los transgénicos. A mí me parece una política errónea que además le viene muy bien a Francia porque las industrias agroalimentarias que utilizan maíz para consumo humano no quieren transgénicos, por las razones que sean que yo no voy a entrar. De todas maneras creo que se está dando una vuelta a esa tendencia al alza de estos cultivos y no solo porque las industrias así lo requieren sino también porque no tenemos ninguna necesidad de sembrarlos. Este negocio es solo de las multinacionales, porque es cierto que cuando salió el maíz BT había una grave plaga de taladro, pero con el tiempo y las prácticas agronómicas hemos sabido hacerle frente, con siembras más tempranas, ciclos cortos... Ir ahora hacia la segunda generación de transgénicos para evitar las malas hierbas más resistentes que se producen con la repetición del cultivo de maíz tampoco es necesario porque cuando esto sucede lo que hacemos es cambiar de cultivo, que ya lo hacía mi abuelo.¿Hay algún proyecto que se le quedó en el tintero en el pasado mandato y al que va a dar prioridad en estos próximos años?

Hemos estado tan ocupados y preocupados por la reforma de la PAC que no hemos dedicado el tiempo deseable a las medidas de la ley de la cadena alimentaria. En eso vamos a centrar ahora nuestro trabajo.


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