Se dice de ellos que son los 'dueños del futuro', que forman parte de una generación que transita con comodidad entre lo nuevo y viejo, que no saben escuchar, que son hijos de la revolución tecnológica, que están mal pagados, infelices, estresados y faltos de autoestima, que son críticos con el sistema político y, a la vez, menos reivindicativos que sus predecesores. También se les tilda de egocéntricos y de esperar demasiado de la vida sin haber conocido sus asperezas.

No estudiaron la EGB y, los primeros, tampoco vinieron al mundo con un móvil debajo del brazo. Los hijos de los 90 ocupan la parte central de la generación 'millenial' -que abarca a los nacidos entre 1980 y 2000-, demasiado jóvenes para ser mayores y demasiado mayores para seguir siendo tan jóvenes.

Pero, si algo tienen en común, es que todos ellos aprendieron manualidades con 'Art Attack', grabaron en VHS sus películas favoritas, utilizaron cámaras de fotos desechables, fueron forofos de 'Oliver y Benji', conocieron el amor con 'Quimi y Valle' y el sexo con 'Física o Química'. Otros de los recuerdos compartidos entre los miembros de esta generación son:

Los créditos al comienzo de las películas de Disney. "A quienes reproduzcan, plagien o comuniquen públicamente, la totalidad o parte de su contenido..." Así comenzaba la advertencia que dotó a los niños de los 90 de sus primeros conocimientos en Derecho.  El Messenger. Fue una de las primeras plataformas de mensajería instantánea e inició una nueva forma de relacionarse entre los adolescentes. Una de las funciones más recordadas por sus nostálgicos son los 'zumbidos'. OT 1. Cuando el formato 'reality' todavía no había sido explotado, Televisión Española sorprendió con la primera edición de Operación Triunfo que, sin precedentes de éxito como la última, llenó las carpetas de niños y adolescentes de fotografías de Bisbal, Rosa, Bustamante, Naím y el resto de inquilinos de la academia. El 'snake' y la popularización de los primeros móviles. SMS, carcasas, pantallas en blanco y negro, llamadas perdidas y tonos. Los jóvenes de principios de los 2000 convivieron con los primeros teléfonos móviles de acceso popular, entre los que destacó el Nokia 3310, en azul y amarillo, y su juego de la serpiente. Los chicles 'Boomer'. Entre ejemplares de la 'Superpop' y de la revista 'Bravo', las estanterías de los quioscos se llenaban de chicles de la marca 'Boomer', una de las más deseadas por los más pequeños.- Ir al suplemento de Heraldo Joven