Cambio cenicero recuerdo de Peñíscola por un libro

Decenas de personas han participado en la I Feria de Intercambio de Zaragoza.

I Feria del Intercambio de Zaragoza
Cambio cenicero recuerdo de Peñíscola por un libro
m.f.

Decenas de personas han asistido esta mañana a la I Feria del Intercambio de Zaragoza bajo una misma premisa: prohibido usar el dinero. Un evento organizado por la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) en el marco de las Fiestas del Pilar y que busca promover una nueva forma de comercio basada en el aprovechamiento de los objetos que ya no tienen ninguna utilidad para sus dueños.


El Parque Grande José Antonio Labordeta ha albergado la primera edición de la iniciativa que ha reunido a unos 40 particulares. Sobre mantas, mesas auxiliares e incluso bancos, los vendedores han mostrado la amplia gama de objetos aunque los más repetidos eran los juguetes, la ropa y el calzado.

Artículos de lo más variopintos


Pequeños objetos de una vida. Como los que expone orgullosos Pedro bajo la atenta mirada de su padre. Ambos, naturales de Peñaflor ,ya habían participado anteriormente en alguna feria de intercambio y reconocen que les funciona. "Gracias a ello nos hemos quitado de encima de muchos objetos que ya no necesitábamos y los hemos podido cambiar por libros", explica este aficionado a la lectura. En su mesa se pueden encontrar objetos tan variopintos como un cenicero recuerdo de Peñíscola, unas alpargatas viejas, una calabaza de cabello de ángel, decenas de cromos sobre una caja de galletas y varios VHS, parte probablemente de alguna colección de películas del oeste.


Sin embargo, en este tipo de eventos no solo se pueden encontrar objetos inservibles sino también pequeños tesoros ocultos e incluso auténticas gangas. Es el caso de Nerea que ha traído la cuna de viaje-parque de juegos de su hija. "Esta en perfecto estado, solo la hemos utilizado un par de meses", explica. Es una buena forma de darle salida a los utensilios de bebé que tienen tan poca vigencia. 


María, de 20 años, también ha decidido darle salida al fondo de armario. Esta zaragozana vio en el programa de fiestas la convocatoria de la Feria y ha decidido sacar toda la ropa que ya no usaba (en algún caso sin estrenar) y según dice ha tenido buen resultado. "Por ahora estoy muy contenta me he llevado una planta de Aloe Vera, un libro y varios bolsos", explica. La ropa que ya no pueda intercambiar acabará en el contenedor naranja de donación, según ha asegurado.

Los juguetes, los triunfadores


Pero sin duda los triunfadores de la feria han sido los juguetes. Puzzles, marionetas, muñecas, maquetas, figuras de personajes animados...son los que más éxito han tenido. 


Santi, el intercambiador más joven de esta feria ha traído los suyos y los de su hermana pequeña. "Traigo unos patines de chica, la colección de canciones de Mario Bross y mi patinete de dos ruedas con manillar". Con 10 años ya ha crecido lo suficiente como para saber que ha llegado el momento de cambiarlo por otra cosa. 


Todos, comerciantes y curiosos han coincidido en que se trata de una gran idea para concienciar del valor de los objetos viejos y de una forma de comercio alternativa. En el mercado también han estado presenten otras asociaciones colaboradoras basadas en el trueque como el Banco del Tiempo, la Red de Semillas de Aragón o Moneda Social Ebro.