Amor en plena naturaleza

Amor en plena naturaleza

Todos los rincones de Ligüerre de Cinca, un pueblo recuperado con fines turísticos, sirven de escenario para la boda perfecta.

Ligüerre de Cinca.
Ligüerre de Cinca.

Cada vez más historias de amor sellan lazos en Ligüerre de Cinca, un pueblo que quedó despoblado por la construcción del embalse de El Grado, y que 20 años más tarde comenzó una recuperación sin precedentes en la Comarca del Sobrarbe, en el Pirineo aragonés.


"Ligüerre es una bonita historia, la de un pueblo abandonado que se ha rehabilitado con fines turísticos. Nos dimos cuenta del potencial que tenía como destino de bodas y eventos: un lugar aislado, pero bien comunicado, con un entorno de una belleza imponente en el que se combina la naturaleza salvaje y espontánea con los campos bien roturados y los viñedos y olivares cuidados por el hombre", explica Natalia Díaz, responsable de Bodas&Eventos en Ligüerre Resort. La prestigiosa revista Vogue ha reforzado esa imagen de solvencia y profesionalidad que caracteriza a este resort pirenaico, elegido como uno de los 20 lugares más bonitos para casarse en España. El reconocimiento es fruto de esa " belleza natural y también material" de un entorno que no deja indiferente a nadie.


"Todos los invitados se sorprenden al ver un pueblo recuperado y nosotros estamos orgullosos de lo que hemos conseguido. Ha costado mucho esfuerzo, se han depositado muchas ilusiones, pero el resultado merece la pena. Ligüerre es una joya", recalca Díaz.


Las bodas en Ligüerre de Cinca, con capacidad para 300 personas, pueden prolongarse durante todo un fin de semana.


"Esto significa que la emoción y la diversión se multiplican por tres",

añaden los organizadores. La mayor parte de quienes eligen este

destino para casarse son enamorados del Pirineo, amantes de la naturaleza y de la tranquilidad de estas montañas que buscan algo "distinto y único". Un alto porcentaje son aragoneses; el resto, madrileños, catalanes, andaluces y vascos; además de parejas extranjeras que vienen cada vez más a casarse aquí. "Siempre suelen ser novios que tienen la necesidad de reunir y alojar sin complicaciones a todos sus familiares procedentes de puntos geográficos muy diversos. Todos los invitados tienen el alojamiento garantizado", señalan desde este resort. 


Una boda de fin de semana, lo que se conoce también como 'weekend wedding', es toda una experiencia diseñada a gusto de los protagonistas con todas las herramientas y actividades necesarias para hacer realidad su sueño: desde barbacoas con velas y música 'chill out' a una fiesta de disfraces, pasando por un karaoke, un baile a la luz de las estrellas o una ronda enamorada por el pueblo en la noche de los viernes. Las posibilidades para sorprender a los invitados y pasar una jornada de ensueño son muchas; el resultado es que "nadie olvida jamás una boda en Ligüerre".


Bodas en el Pirineo Antes de convertirse en un resort, fue un pueblo que quedó completamente abandonado. Hoy la naturaleza es su mejor decorado. Si eres un enamorado de la naturaleza, una boda de fin de semana en un entorno mágico puede ser una experiencia redonda para llevarla a cabo. Tranquilidad y diversión se complementan bien en Ligüerre. El viernes está para relajarse con los invitados. El sábado será el día más especial. Independientemente de cuantos asistan, todos los rincones del pueblo, sus jardines, plazas, miradores... sirven de escenario para la ceremonia perfecta. A la hora del banquete, Ligüerre se convierte en toda una experiencia gastronómica con un menú propio elaborado en casa por un equipo de chefs. Nadar en el lago, visitar una bodega, practicar senderismo o hacer kayaks puede poner la guinda a un fin de semana inolvidable. - Información facilitada por Ligüerre Resort.