El deseo de la compañía Endesa es invertir en las mejoras necesarias para garantizar el futuro de la Central Térmica de Andorra más allá del año 2023. Eso sí, siempre y cuando el Gobierno de España establezca un marco estable para el sector capaz de asegurar la amortización de la inversión a largo plazo. Así lo trasladó ayer el subdirector de centrales térmicas de carbón del grupo Endesa en España y Portugal, José Ribelles, a los trabajadores de la infraestructura andorrana en una reunión. "Es algo que ya sabíamos. Nos dicen que continúan negociando con el Ministerio y que todavía no hay una decisión definitiva tomada", apuntó el presidente del Comité de Empresa, Hilario Mombiela. Los trabajadores habían solicitado un segundo encuentro con el consejero delegado de la eléctrica, José Bogás, pero, finalmente, fue Ribelles quien atendió sus inquietudes.

En el encuentro también se valoraron los "pagos por capacidad" que ha planteado el Ministerio de Industria por los que otorgarán ayudas a las eléctricas para acometer las inversiones a cambio de que éstas compren carbón autóctono. En el caso de Andorra, el montante alcanzaría los 94,5 millones de euros, de los 230 totales que se requieren para adaptar la central andorrana a la nueva normativa europea de emisiones contaminantes. Al respecto, Ribelles concretó que están estudiando la cifra y que continúan las negociaciones.

No obstante, la fecha límite para que Endesa tome la decisión de invertir es octubre de 2015 y, según parece, la empresa, propiedad de la italiana Enel, que es la que dirá la última palabra, continúa manteniendo que agotará todos los plazos. Por el momento, la Central se ha acogido a un plan de cierre con 17.500 horas de actividad hasta 2023.

En relación al desarrollo del mecanismo por "pagos por capacidad" que sustituye al Real Decreto del Carbón (expiró el 31 de diciembre de 2014) para garantizar el suministro y el consumo de lignito autóctono, el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, ha anunciado que presentará el último borrador del mismo la próxima semana en la Comisión Nacional de la Competencia para que sea estudiado y enviado a Bruselas. Cabe recordar que es Europa quien tiene que dar el visto bueno al texto.