Una familia quiere vivir en Miravete pero no encuentra casa ni trabajo
Las viviendas que no están ocupadas por los ocho residentes fijos del pueblo se utilizan como segundas residencias.
La pareja formada por Juan Bosco Morell y Sandra Martín, en paro, contactó con Miravete en la jornada sobre despoblación celebrada el pasado día 24. El matrimonio, que reside en Valencia, explicó que busca un pueblo de montaña y de vida tranquila para instalarse. Miravete saltó a la fama en 2008 al protagonizar la campaña El pueblo en el que nunca pasa nada, donde se daba a conocer de forma desenfadada la galopante despoblación que padece.
José Listo explicó que las casas del pueblo son, en general, de grandes dimensiones y están bien conservadas, aunque la mayoría solo se utilizan como segundas residencias. El alcalde admitió que las viviendas que pueden estar disponibles "no son baratas".
Reconoció también que la ausencia de una oferta laboral estable complica la llegada de nuevos pobladores. La falta de trabajo podría resolverse si sale adelante el proyecto de un promotor valenciano para montar una granja de ciervos para la producción de carne que crearía dos empleos. Actualmente, solo hay una explotación en Segovia destinada a la cría de esta especie con fines gastronómicos.
La granja se complementará con una planta de curado de derivados cárnicos del ciervo. El impulsor del proyecto, Federico Esteve, explicó que la actividad arrancará con 40 hembras y un macho y el sacrificio no empezaría hasta alcanzar una cabaña de un centenar de ejemplares. El proyecto ha generado ilusión en Miravete. El alcalde manifestó su esperanza de que la implantación de esta actividad económica sea el "inicio de una tendencia positiva para el pueblo". Listo explicó que dará "todas las facilidades" posibles al empresario con la condición de que los trabajadores que contrate residan en el pueblo.
Esteve señaló que una familia le ha cedido las cinco hectáreas en las que pretende iniciar la cría de ciervos. El promotor eligió Miravete porque es un "enamorado" del pueblo, y decidió poner su grano de arena para apuntalar su supervivencia.