El gran Luis Aragonés pronunció un día una frase que quedó para la posteridad: "Ganar, ganar y volver a ganar". Una reflexión que ha repetido hasta la saciedad esta semana el Transportes Alcaine. "Ganar, ganar y volver a ganar", no queda otra opción para seguir viviendo el sueño de jugar en la Primera División femenina. El conjunto zaragozano, que celebra este curso su décima temporada en la máxima categoría nacional, se juega en Palma de Mallorca esta mañana (12.00) la permanencia en la élite en 90 minutos trascendentales. Solo le vale la victoria ante el Collerense. Es el único resultado posible.

"Es el partido más importante de nuestra historia", reconoce el vicepresidente del club, Rubén Alcaine. El dirigente recoge el sentir de una plantilla que se ha conjurado para sacar adelante un choque vital que cierra la fase regular del campeonato. La escuadra aragonesa recuperó la sonrisa hace dos semanas ante el Sevilla, cuando consiguió romper, al calor del hogar, una terrible racha negativa de 13 trece jornadas sin saborear las mieles del triunfo (5-3). Pero la semana pasada, el FC Barcelona le devolvió a la cruda realidad: el bloque de Alberto Berna sucumbió ante el actual campeón (0-4) y daba un paso atrás en sus aspiraciones.

Este tropiezo, unido a la victoria del Fundación Albacete en Vallecas ante el Rayo, condenaba a las de Berna ocupar la penúltima posición, a falta del partido de hoy.

La clasificación por abajo, con el Sevilla descendido, tiene a cuatro equipos inmersos en la pelea para una plaza que ahora ocupa el conjunto aragonés, que el encuentro de ida se deshizo de la escuadra balear por 0-2. Un rival que necesita sumar los tres puntos o empatar para continuar siendo de Primera. Un objetivo que también persiguen Fundación Albacete y Sant Gabriel.