Reorganización del MICAZ

De cómo el Museo amón Aznar se ha transformado con un proyecto museístico dirigido por Arturo Ansón.

Retrato de Félix de Azara. Goya
Reorganización del MICAZ

El día 26 de febrero del año en curso abrió sus puertas el Museo Goya. Colección Ibercaja con la vocación de ser una referencia importante del legado de Francisco de Goya y Lucientes.


El museo se fundó en 1976 sobre la base del legado del historiador y crítico de arte, José Camón Aznar, ubicándose en el Palacio de Jerónimo Cósida, en la calle Espoz y Mina, antiguo Decumanus de la ciudad romana. El 11 de marzo el centro recibió la visita de la reyes de España, Don Felipe de Borbón y Doña Leticia, que visitaron la exposición temporal de ‘Goya Zaragoza (1746-1775)’ y la nueva reorganización del museo. Un reestreno importante que evita referirse a los cambios museísticos que se han experimentado antes, en 1976 y 2008, así como a las distintas denominaciones que ha tenido el centro.


El museo ha experimentado algunas reorganizaciones museísticas. Se ha mejorado la accesibilidad en el vestíbulo, se parecía mejor el patio cuadrado, las columnas estriadas, los estucos de la fortuna, las columnas toscanas y arcos de medio punto del piso superior y la claridad del lucernario. Dado que el museo gira ahora en torno a Goya y sus coetáneos, los antecedentes (siglos XV a XVII) y el legado (siglos XIX y XX), el patio presenta una fotografía del cuadro de Martínez del Mazo, discípulo de Velázquez, para que los visitantes comprendan la Zaragoza que vivió Goya. Siguen en la planta baja las dos salas de exposiciones temporales, donde está ahora la muestra del Goya joven.


En el primer tramo tenemos las obras de los siglos XV al XVII, en donde podemos destacar la ‘Virgen entronizada con el Niño y rodeada de ángeles músicos’ de mitad del siglo XV, obra destacada del gótico internacional; Pedro Berruguete con ‘Cristo, Salvador del Mundo’ de 1501, que representa la transición del gótico al renacimiento; Juan de Sariñena, pintor valenciano de ascendencia aragonesa, con ‘Cristo con la cruz a cuestas’ que representa bien el espíritu de la contrarreforma. Entre las obras nuevas de este periodo del museo podemos citar una ‘Virgen con el Niño’ de un anónimo flamenco, que es semejante a otra atribuida a Guillaume Benson que se encuentra en el museo de Zaragoza; se trata de una Virgen abrazando amorosamente el Niño y un jarrón con rosas de gran simbolismo; de Vicente Berdusán ha entrado una ‘Inmaculada Concepción’ de su época de madurez a finales del siglo XVII y, podemos citar también un ‘San Isidro Labrador’ de Jusepe Leonardo, bilbilitano afincado en Madrid, que debió pintar esta obra hacia 1625.


La planta noble presenta a Goya con las obras más destacadas en el llamado Salón dorado, sus coetáneos, como los Bayeu, Mengs, Giaquinto, Salvador Maella, etc, grabados de la época de formación basados en obras de Velázquez, y la colección completa de los grabados de Goya, ‘Los caprichos’, ‘Los desastres de la guerra’, ‘Los Disparates o Proverbios’, ‘La Tauromaquia’ y cuatro litografías de 1825, llamadas ‘Los toros de Burdeos’. En esta zona o periodo se encuentran las grandes obras de Goya que posee el museo. Del autor de Fuendetodos destaca, sin duda, el retrato de Félix de Azara de 1789 y h. 1799, magnífica obra de la época de esplendor de Goya, así como los retratos de las mismas fechas de María Luisa de Parma y Don José de Cistué y Coll. Son de destacar un boceto de gran calidad, uno referente al ‘Dos de mayo de 1808’ en Madrid, obra de 1814 y otro de trazos abocetados llamado ‘Baile de máscaras’ de 1815.


Después del maestro


Pero el salón principal dedicado a Goya, también ha sufrido modificaciones, como la forma de distribuir las obras y rodeado de sus contemporáneos, como el Cristo de Felipe Abás de 1804, copia del Cristo en la cruz con el que Goya fue nombrado Académico de San Fernando.


Destacadas están también las obras de Francisco Bayeu, como ‘Júpiter derrotando a los Gigantes con la ayuda de Hércules y Minerva’, el ‘Sueño de San José’ de bellas facturas rococó de Corrado Giaquinto o ‘La Venida de la Virgen del Pilar a Zaragoza’ de José Luzán, obra que como algunas otras de la Sociedad Económica de Amigos del País necesita una restauración.


En la planta superior se sitúa el legado de Goya, con obras de autores del siglo XIX y el XX, destacando la incorporación de nuevas obras de Pradilla , tres nuevas de Mariano Barbasán y otras tres de Marcelino de Unceta. También se ha incrementado el museo con obras importantes del siglo XX con pinturas del Grupo Pórtico, del Grupo el Paso, con obras de Antonio Saura, Juana Francés y del informalista Salvador Victoria y con esculturas significativas de Pablo Gargallo, como ‘El Joven de la margarita’ y la incorporación del boceto en bronce de ‘La labradora’ de Pablo Serrano. Si a estos añadimos Honorio García Condoy, la escultura del siglo XX queda especialmente representada especialmente por estos aragoneses.


El proyecto museístico ha estado asesorado por Arturo Ansón. Hay explicaciones científicas y divulgativas que ayudan a comprender mejor el contenido y además están también en francés e inglés.