El precio de ser emblemático

Desde el pasado 24 de marzo ya no luce en Piccadilly Circus el anuncio de la multinacional japonesa TDK, que formaba parte de ese concurrido paisaje desde 1990.

Una imagen que forma parte del pasado, Piccadilly Circus con el anuncio de TDK.
El precio de ser emblemático
Reuters

Los turistas que hayan aprovechado el paréntesis vacacional que proporciona la Semana Santa para desembarcar en Londres se habrán topado con un vistoso cambio en la fisonomía de uno de los enclaves más emblemáticos y fotografiados de la capital británica. Desde el pasado 24 de marzo ya no luce en Piccadilly Circus el anuncio de la multinacional japonesa TDK, que formaba parte de ese concurrido paisaje desde 1990. Concluye así una relación comercial de un cuarto de siglo de duración.


"Durante este largo periodo de 25 años, TDK ha estado orgullosa de exhibir el cartel de neón de TDK en Piccadilly Circus, una de las plazas más icónicas del mundo y un punto de referencia de Londres", apuntó la firma en un comunicado. El motivo argüido por la empresa es que su negocio se centra actualmente más en los productos para corporaciones que en los productos para consumo. Renuncia así al potencial impacto publicitario sobre los dos millones de personas que diariamente transitan por delante.


Aunque no han trascendido cifras oficiales sobre las tarifas, como referencia pueden servir las ofrecidas por la prensa inglesa en 2011, cuando Hyundai se instaló –curiosamente– bajo el luminoso de TDK. Se filtró que el gigante coreano de la automoción desembolsa cinco millones de libras (6,8 millones de euros) anuales por un espacio atribuido durante 33 años a Sanyo.


El Times Square neoyorquino es más asequible. Cada letrero se cotiza entre 1,1 y 4 millones de dólares al año (1 y 3,7 millones de euros), según el ‘Wall Street Journal’. En concreto, los propietarios del edificio que se halla en la intersección de la Séptima Avenida y Broadway –fotografía junto a estas líneas– recaudan unos 23 millones de dólares (21,1 millones de euros) al año por este concepto.


La marcha de TDK de Piccadilly Circus parece que no ha alarmado a los explotadores de los neones. "Estamos tremendamente ilusionados por encontrar una nueva marca para el letrero, que es uno de los más famosos de todo el planeta. Vemos el adiós de TDK como el fin de una era, pero esperamos que un gran número de prestigiosas empresas tratarán de no dejar pasar la oportunidad de reclamar su espacio durante décadas en un lugar tan privilegiado", reveló Damian Cox, director general de la consultora Wildstone.


El hueco que deja TDK fue ocupado anteriormente por Schweppes (1920–1961), la petrolera BP (1961–1967), Cinzano (1967–1978), Fujifilm (1978–1986) y Kodak (1986–1990).


El nuevo inquilino se sumará a una nómina de anunciantes que arrancó en 1908 con la francesa Perrier. Coca Cola está presente en Piccadilly ininterrumpidamente desde 1954.


Una actividad publicitaria muy efectiva que sólo ha registrado puntuales apagones como muestra de respeto a las muertes de ilustres personajes, como Winston Churchill en 1965 y Diana de Gales en 1997.