Un dibujante en el punto de mira

El ilustrador sueco había sido amenazado por Al Qaeda en Iraq en 2007 por publicar unas caricaturas del profeta Mahoma con el cuerpo de un perro.

Lars Vilks, en su estudio en una imagen tomada en enero de 2013.
Un dibujante en el punto de mira
Bjorn Lindgren/Reuters

El ilustrador sueco Lars Vilks, que ayer escapó ileso del ataque a un café cultural de Copenhague (Dinamarca), ya estuvo en el punto de mira de Al Qaeda en Iraq en 2007 por publicar unas caricaturas del profeta Mahoma con el cuerpo de un perro en el diario sueco ‘Nerikes Allehanda’.


El dibujante, de 68 años, fue objetivo en 2010 de una fallida conspiración para acabar con su vida, dos años después de que el entonces líder de Al Qaeda en Iraq, Abu Omar al Bagdadi, ofreciera 100.000 dólares (72.000 euros) por su muerte tras publicar unas ofensivas viñetas sobre Mahoma. Además de recibir amenazas de muerte, su casa fue atacada y sufrió una agresión durante una conferencia.


Al Baghdadi ofreció la recompensa si el artista sueco era "degollado como un cordero" y llamó "al asesinato del caricaturista Lars Vilks, que se atrevió a insultar a nuestro profeta".


El dibujante reconoció que, desde la publicación de las viñetas, vivía bajo amenazas y que había preparado su casa ante posibles asaltos. Vilks afirmó que su vivienda contaba con una habitación de seguridad en el caso de que alguien irrumpiera en la residencia. "Me he preparado de distintas formas y tengo un hacha por si alguien intenta saltar a través de la ventana", afirmó en declaraciones a la agencia de noticias sueca TT.

Insulto al islam


Vilks, que trató de colgar sus dibujos en varias galerías de arte que se negaron a correr con ese riesgo, supuestamente incurrió en un ‘insulto’ al islam por partida doble. Primero, porque cualquier imagen del profeta es considerada una ofensa para cualquier musulmán y, segundo, porque el perro es un animal que en la cultura islámica es tratado de impuro. El ‘Nerikes Allehanda’ defendió la publicación de estas caricaturas de Mahoma como una defensa de la libertad de expresión.


En marzo de 2010, siete personas fueron detenidas en Irlanda acusadas de planear el asesinato del dibujante sueco. Se trataba de cuatro hombres y tres mujeres musulmanes que fueron arrestados en el marco de una investigación conjunta de las Fuerzas de Seguridad de varios países europeos y de la CIA y el FBI estadounidenses.


La publicación de las viñetas de Vilks en 2007 abrió una nueva línea en la estrategia terrorista: atacar a los países que publicaran viñetas ofensivas para con la imagen del profeta. En 2005, la red terrorista Al Qaeda ejecutó un atentado suicida con coche bomba perpetrado contra la Embajada danesa en la capital paquistaní, Islamabad, que dejó cuatro muertos.


Este atentado fue realizado en respuesta a unas caricaturas publicadas por el ilustrador danés Kurt Westergaard, que representó al fundador del islam con una bomba en su turbante. A consecuencia de la publicación de estos dibujos se produjeron disturbios en Oriente Medio, África y Asia que dejaron un saldo de 50 muertos.


La última expresión de esta estrategia tuvo su último y trágico ejemplo en Francia, donde fallecieron el pasado mes de enero 12 trabajadores de la revista satírica ‘Charlie Hebdo’. El mundo musulmán no se libró de las consecuencias. La represión de las autoridades contra las manifestaciones a favor del ataque al semanario costó la vida de al menos cuatro personas en Níger y decenas de heridos y detenidos en otros países como Argelia o Pakistán.