Más de 30 personas trabajan en tres turnos en los decorados de películas y parques temáticos

La nave de Loporzano ultima la escenografía de nuevas atracciones de Port Aventura

La actividad en el taller de Loporzano, a 8 kilómetros de Huesca, es intensa. Más de treinta personas, la mayoría muy jóvenes, trabajan aquí en en tres turnos que solo se interrumpen el fin de semana. En la nave se ultiman los decorados para las nuevas atracciones de Port Aventura y hay preparadas maquetas gigantes de poliespán endurecido, encargadas por artistas para sus esculturas o por empresas que buscan sorprender en sus promociones publicitarias. Entre las curiosidades, una piscina infantil de 5 por 3 metros decorada con delfines, para la que ya tiene muchos pedidos.


En 1991, Luzán firmó la calabaza Ruperta para el 1,2,3. Desde entonces, entre sus proyectos figuran los dinosaurios de Dinópolis, un barco hundido para un anuncio de Freixenet, el pabellón de España para la Expo 2000 de Hannover o decorados para las películas ‘La noche de los girasoles’, ‘El orfanato’, ‘Lo imposible’, ‘Exodus: Dioses y reyes’ o ‘El perfume: historia de un asesino’. En el caso de la película sobre el tsunami de Indonesia, Tecmolde se encargó de construir gran parte del material que destruyó la ola gigante: postes telegráficos, palmeras, coches, casas... También ha hecho maquetas para ferias o parte de la escenografía de la ópera de La Fura dels Baus ‘Babylon’. Y el Gobierno de Aragón le encargó reconstruir la cara de Ramiro II, para lo que utilizó técnicas digitales partiendo del cráneo del rey.