Bale rescata al Real Madrid

Un penalti tan claro como absurdo de Cartabia permite al galés sellar la victoria de los blancos. Cristiano Ronaldo fue expulsado.

Cristiano Ronaldo, en el momento de ser expulsado tras agredir a Edimar
Bale rescata al Real Madrid
Cristina Quicler/AFP

El Real Madrid es líder indiscutible porque fue, de largo, el equipo más completo y pragmático de la primera vuelta. Pero desde que sus estrellas se marcharon de vacaciones navideñas, algo ha cambiado; y para mal. Este equipo está mucho menos seguro y "confiante", que diría Cristiano Ronaldo, aún más gris, confundido y falto de chispa incluso que sus compañeros. A los blancos les comieron la tostada en Mestalla, les eliminaron de la Copa sus eternos rivales, les hizo sufrir el Getafe y se les subió a las barbas el modestísimo Córdoba.


El penalti tontorrón cometido por Fede Cartabia, cuando los visitantes jugaban en inferioridad porque a Ronaldo se le fue la cabeza y agredió a un rival, lo aprovechó Bale para firmar un triunfo tan inmerecido como valioso.


Aunque hacía fresquito por Andalucía, quizá el brillo del sol, o el horario de sobremesa, adormiló a los de Carlo Ancelotti. Como ya les ocurrió en el Coliseum, salieron sin intensidad, con una flojera inquietante. Acusaron sobremanera la ausencia de Isco, el motor del equipo desde que se rompió Modric. El malagueño tapa, crea y desborda. Es una pieza clave, y más si se tiene en cuenta que Kroos no está con esa precisión de cirujano que le caracteriza. Khedira, sustituto de Isco, ni está, ni quizá se le espere. Pero sigue por delante de Illarramendi en los planes de Carletto. Y como James resultaba intrascendente, la ‘BBC’ se quedaba sin emitir. Los locales juntaron bien las líneas, cerraron los espacios, mostraron agresividad bien entendida y actuaron con suma concentración y dinamismo. En cuanto robaban, la misión era buscar la espalda a los laterales, gracias a la velocidad por los costados del portugués Bebé y el argelino Ghilas, y, sobre todo, acabar las jugadas para evitar los temibles contragolpes.

Ramos, errático

Recibió enseguida enormes dosis de ánimo, energía y autoconfianza el equipo local, ya que durante el segundo minuto de juego Sergio Ramos volvió a equivocarse. Salió a cortar un disparo con los brazos extendidos, el balón le golpeó y cometió un penalti evitable que transformó Ghilas. Los campeones de Europa sólo podían generar saques de esquina, hasta cuatro en el primer cuarto de hora. Empataron cerca de la media hora: Benzema entró con fe y acertó tras quedársele el balón suelto.


No cambió excesivamente el panorama tras el descanso. Es cierto que el Real Madrid tuvo cada vez más posesión y dominio territorial, pero las mejores ocasiones eran de los locales. Carvajal estuvo cerca de cometer penalti, pero se frenó a tiempo en un salto. Bebé obligó a intervenir a Casillas y, tras un error grave de Varane, Florin la elevó sobre Iker y el balón acabó en el travesaño. Apenas había noticias ofensivas de los madrileños, más allá de un tiro de Benzema que se le complicó al portero Juan Carlos.


Los cambios de Ancelotti fueron extraños. Illarra y Coentrao por Khedira y Marcelo no modificaban nada. Cerca del final, llegó la expulsión de Cristiano. Impotente, el luso le lanzó una patada a Edimar. No protestó pero, en un gesto chulesco, se limpió el escudo de campeón del mundo mientras se retiraba. Al Madrid le rescató al final una falta bien buscada por Bale y un penalti tan claro como absurdo cometido por Cartabia. Desvió con la mano desde la barrera y el galés no falló la pena máxima. El cordobés se fue expulsado por doble amarilla y con la sensación de haberle dado la vida al poderoso. Ancelotti resopabla.


El propio entrenador del Real Madrid destacó, una vez finalizado el encuentro, que lo importante "era lograr la victoria" y "mantener la cabeza de la Liga", admitiendo que se había conseguido "con mucha dificultad". El técnico italiano confesó que no le gustó su equipo, aunque también recordó la labor del rival:"Jugó muy bien, compitiendo todos los balones y contragolpeando con peligro. El césped estaba irregular. Una buena opción era el balón parado y así fueron los goles", añadió el entrenador de los blancos.