"Las mayores lesiones se dan en aficionados"

Un estudio sobre 3.327 pacientes heridos por asta de toro aporta luz sobre la gravedad de estos episodios

Las vaquillas y las corridas de toros no son un juego de niños. De eso da fe un riguroso estudio que se ha llevado a cabo en Zaragoza y en el que se han estudiado los diagnósticos y pronósticos de 3.327 pacientes heridos por asta de toro durante 30 años (1976-2006).


La cirujana Pilar Val-Carreres, que trabaja en el Hospital Clínico y en la plaza de toros de Zaragoza, firma esta tesis que sirvió para conocer la incidencia de las complicaciones que surgen por estos episodios, tanto inmediatas como tardías, y para desarrollar estrategias de abordaje.


El estudio concluye que las lesiones son mucho más frecuentes entre aficionados que entre los profesionales y, en especial, las medulares: el 83,3% de los pacientes contemplados en esta tesis eran chavales sin formación taurina (2.770 del total). Además, los aficionados malheridos suelen ser más jóvenes. Así aunque la mayoría de heridas en ambos grupos se recibieron cuando los pacientes tenían entre 21 y 30 años (alrededor del 67,5% de los accidentes se sufren en esta década), es significativamente mayor el número de accidentes de menores de 20 años entre aquellos que no se dedican a este sector profesionalmente.


Al contrario de lo que podría parecer, en los casos en los que el paciente ha fallecido (ha habido 3 en los últimos años en Zaragoza) ha sido a causa de un traumatismo craneoencefálico.