El turbio y sexual encanto de la mujer fatal
El Joaquín Roncal acoge una muestra de esta figura del
género negro.
La femme fatale (mujer fatal) forma parte del imaginario colectivo como un personaje ambiguo, inquietante, poseedor de unas cualidades poliédricas basadas, sobre todo, en el turbio y sexual encanto de su persona. De esta forma se presentaba el jueves en el Centro Joaquín Roncal la exposición dedicada a esta figura femenina que se enmarca en el evento literario Aragón Negro.
David Tapia, organizador de la exposición, explicaba cómo para esta cita "hemos elegido uno de los roles más icónicos del género negro, como es la figura de la mujer fatal, misteriosa y fascinante".
En la muestra participan autores profesionales y aficionados, ilustradores y dibujantes de comic de Aragón y de fuera; cada obra con su personalidad propia. Entre otros, están representados los aragoneses David Vela, Alberto Aragón, Luis Grañena, José Antonio Rubio, además de integrantes del colectivo Malavida y de los Diletantes.
La cita estuvo muy concurrida, algo que agradecieron el periodista Juan Bolea y el concejal de Izquierda Unida, José Manuel Alonso, que asistieron a la inauguración y adelantaron parte de la programación del festival Aragón Negro. De crear una buena ambientación a través de la música se encargaron Chema Cebolla, Diego Burdío y Ana Albares. Los primeros con la guitarra y el ukelele, y Ana con su voz, interpretando temas relacionados con el cine negro.
En la exposición, que estará en el Joaquín Roncal hasta el 31 de enero, se pueden contemplar unas cuantas mujeres fatales malvadas, pero también hay anti heroínas y hasta vampiros sexuales. Todo un mundo, sin duda.
