Las oposiciones para matronas se realizaron ayer en Zaragoza sin ningún contratiempo ni incidente. Finalmente, se presentaron a los exámenes el 65,41% de los inscritos: en total, 312 profesionales de la enfermería (estaban admitidos 477), que optaron a las diez plazas que salían a concurso oposición (ocho de turno libre, una de promoción interna y otra de discapacitado).

A pesar de las bajas, la ratio de opositores fue alta teniendo en cuenta que se trata de una especialidad sanitaria: para cada plaza que se convocó se presentaron 31 profesionales de la enfermería, una referencia, en cualquier caso, "bastante aceptable", en opinión de algunos de los candidatos que esperaban ayer a entrar en una de las cuatro aulas de la Facultad de Medicina donde se realizaron los exámenes.

Aunque es difícil saber con certeza su número, la impresión es que buena parte de las 312 enfermeras y enfermeros (que también los hubo) que se presentaron ayer a las oposiciones de matronas venían de otras comunidades. En los bulliciosos corrillos que se organizaron en el hall de la Facultad los acentos y las cadencias de las voces así lo atestiguaron. Es el caso de un grupo de jóvenes que viajaron desde Andalucía: dos de ellas tienen ya una plaza de enfermería en un hospital almeriense, pero su objetivo es trabajar como matronas, por lo que –explicaron–, hacen la ruta de las oposiciones por toda España, allí donde se convocan plazas en un número suficiente como para justificar el viaje (algo cada vez más esporádico y extraordinario).

Otros llegaron de comunidades limítrofes y provincias más próximas. Como un joven madrileño que se contaba entre la treintena de hombres que se presentaban a las pruebas de ayer. Aseguró que no se sentía nada incómodo por optar a una plaza de una especialidad como la de matrona, tan tradicionalmente femenina que no tiene ni su denominación equivalente en masculino: "Nos llaman matrones –explicó–, pero es un invento. Nosotros preferimos definirnos como hombres matrona".

Según las últimas estadísticas, el 6% de las matronas de España son ya ‘matrones’, pero a juzgar por el número de enfermeros que se presentó a las oposiciones de ayer en Zaragoza, este porcentaje pronto habrá aumentado.

Ciento diez preguntas de test

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Los opositores debieron demostrar sus conocimientos respondiendo a un examen de tipo test de 100 preguntas (más otras 10 de reserva), entre las que se incluyeron algunas sobre legislación autonómica y normativa de la Función Pública (las quince primeras) y el resto fueron cuestiones específicas de la especialidad de matrona: sobre obstetricia y ginecología. Para informar, resolver dudas y hacer campaña, delegados de Satse, CC. OO. y CSI-F recibían a los opositores a la entrada de la facultad y les repartían octavillas informativas sobre el proceso, los enlaces de internet apropiados para conocer cuanto antes las respuestas correctas al examen de ayer y para explicar qué hacer en caso de que quieran impugnar alguna de las preguntas (por su farragosa, errónea o ininteligible formulación) o de las respuestas (por dudas sobre su veracidad).