Soria y Zaragoza se hermanan en las calles y en el estadio

El gran ambiente generado en la plaza Mayor por las aficiones tuvo continuidad en Los Pajaritos.

"Que pasen un buen día, pero que la victoria se quede en Soria", esa fue la consigna que corría este sábado por la plaza Mayor de la capital soriana. Los aficionados del Club Deportivo Numancia se reunieron con las peñas del Real Zaragoza para participar conjuntamente en el acto de hermandad entre ambas entidades de Segunda división. Eran minoría, los maños, y su voz se confunde entre los cánticos de apoyo al equipo visitante, pero predominó la "alegría" y el "buen ambiente", afirmaron algunos aficionados. Las charangas no dejaron de sonar. Soria, o incluso ‘ZaraSoria’, como acuñaron unos pocos a la nueva ciudad futbolística, se preparó para la algarabía previa al balompié. Un nuevo derbi del Moncayo invitaba al ‘pasen y vean’: Soria estaba de fiesta. No faltaron las anécdotas, pues una pareja de recién casados salió del Consistorio al grito de "¡Aúpa Zaragoza!", entre jolgorios y fotografías.


El Collado, la calle principal de la capital, se convirtió en un ir y venir de seguidores. El blanco y el azul eran predominantes. La zona neurálgica de la ciudad dio paso a otro epicentro entre los dos hermanos: los alrededores de Los Pajaritos. El balón era el encargado de tomar la palabra.


Cuando rodó el esférico, el ‘amigos para siempre’ se difuminó en estruendos: los cánticos y arengas de ambas aficiones. Unos se encomendaron a San Saturio, los otros a la Vírgen del Pilar, a la que mencionaron desde la megafonía de Los Pajaritos. "¡Viva Zaragoza!" y "¡Viva Soria" se escuchó en tono festivo desde los micrófonos del estadio. Bufandas y banderas al aire bajo un clamo maño: "¡Qué sí, joder, que vamos a ascender!". Se mezclaron los cánticos, ambas aficiones les deseaban lo mejor a los suyos. Los aficionados sorianos contraatacaban con la melodía del ‘Soria, que linda eres’, que venció, por unos segundos, al murmullo de voces que querían dominar en Los Pajaritos.


Antes, Jennifer Herráez, jurada de Santo Tomé, San Clemente y San Martín, cobijada por otros miembros de distintas Cuadrillas sorianas, realizó el saque de honor. El Numancia-Zaragoza ya era una realidad, los ánimos de la grada lo fueron durante 90 minutos. Latió con fuerza Los Pajaritos, que presentó un surtido de bombones: las aficiones se entremezclaron en un estadio a rebosar. Los maños predominaron en el fondo norte, donde se aloja la afición rival, mientras que el Frente Rojillo animó a los suyos desde la zona sur, como siempre.

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