SOLIDARIDAD

Un mundo de mujeres invisibles

Estudios independientes y estadísticas internacionales demuestran cada vez con más rotundidad que las mujeres son el eje del desarrollo, la salud y el cuidado. Pero, mientras el mundo rico de aquí y el mundo pobre de allá miran para otro lado, su milenaria marginación las sigue haciendo en gran parte invisibles. De ahí la insistencia de las organizaciones no gubernamentales en poner en el centro de sus campañas la igualdad de género. Este domingo lo hará Cáritas al dedicarle su Día de Caridad 2008, y el miércoles 28 la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Reproductivos (RMMDR) al celebrar su Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer.


Son sólo dos ejemplos de la generalizada preocupación del mundo asociativo por la persistencia de graves desigualdades entre ambos sexos, sobre todo en los países en desarrollo, pero también en los ya desarrollados. Así lo ha hecho Manos Unidas al elegir el lema de "Madres sanas, derecho y esperanza" para su actual campaña, enfocada al quinto Objetivo del Milenio, que pretende reducir la tasa de mortalidad materna en tres cuartos entre 1990 y 2015. Los problemas derivados del embarazo y el parto se cobran ahora la misma factura trágica de hace dos décadas: cada día, 1.600 vidas femeninas y 10.000 de recién nacidos.

La igualdad es de justicia


Esos fallecimientos son la expresión más terrible de las oportunidades perdidas. Pero no la única. También la marginación educativa de las niñas tiene un altísimo coste. Incluso económico. Acaba de confirmarlo la ONG Plan Internacional con su informe "Pagando el precio", en el que traduce en términos monetarios la desigualdad de género en la enseñanza secundaria de 65 países en desarrollo y del este europeo: les hace perder un crecimiento anual de 58.000 millones de euros, que es casi tanto como la ayuda al desarrollo (65.000 millones de euros) de los países industrializados. Un dato más para decorar un telón de fondo en el que la pobreza tiene nombre femenino (el 70% corresponde a mujeres), pero no la propiedad, donde sólo alcanzan un ínfimo 1%.


Además, apuntan por su parte las tres ONG (Ayuda en Acción, Entreculturas e InteRed) de la relanzada campaña "Muévete por la Igualdad; es de justicia", las mujeres realizan una actividad productiva que las autoridades dejan fuera de sus cálculos financieros. Si esas tareas del hogar y de cuidado se tuvieran en cuenta, "la riqueza mundial aumentaría entre un 35% y un 55%". En España, sin ir más lejos, el 87% de las mujeres empleadas sigue cargando en solitario con todo el trabajo doméstico. Y globalmente el panorama es igual de rotundo: realizan más de la mitad del trabajo mundial, pero apenas un tercio de ese esfuerzo recibe su correspondiente pago. En suma, trabajan más, cobran menos y su trabajo es invisible.

Diferencia de oportunidades


Invisible como otras muchas realidades del universo femenino. Por eso Cáritas insiste en el lema del año anterior, "Los derechos humanos son universales; las oportunidades deberían serlo", para completar su campaña institucional 2007-2008. "Lo único que nos diferencia son las oportunidades", remacha en su lema para el Día de Caridad que se celebra este domingo. Y aclara que, mientras en nuestro país se han dado pasos importantes aunque insuficientes en el camino de la igualdad, en gran parte del mundo "están aún por dar, ya que a la mujer no se le reconoce el derecho a tener derechos, y mucho menos oportunidades".


Pero no es una realidad lejana y ajena. El "mundo de las mujeres invisibles" también está aquí. Y hay investigadores que le siguen la pista. Como Peio M. Aierbe, director del Observatorio de la Diversidad del País Vasco, que dejó constancia de ello en una mesa redonda sobre "La mujer inmigrante en los medios" celebrada en la madrileña Casa de América. Cincuenta días de seguimiento informativo en 22 periódicos de toda España apenas convertían en sujeto de la noticia a un 9% de ese colectivo, que además protagonizaba sobre todo historias de violencia de género y de trata de personas en el ámbito de la prostitución.

Sin voz y sin opinión


En ambos casos, remarcaba Aierbe, "sin voz propia y sin opinión". Y en un contexto informativo en el que dominan el suceso, las fuentes policiales y la interpretación de las autoridades y de algunas personas expertas en la materia. En suma, remarcó Cristina Fraga, presidenta de la Asociación de Mujeres Profesionales de los Medios de Comunicación (Ameco), una auténtica "invisibilidad" que va "del mito al estereotipo, pasando por el prejuicio".


Lejos de entrar en las cuestiones de fondo, insistió, las imágenes noticiosas favorecen el "miedo" y la sensación de "peligro para nuestras culturas", en vez de ver a las personas inmigrantes como ellas mismas se sienten. Dicho en palabras de Miriam Soto, vicepresidenta de la Asociación Hispano-Ecuatoriana Rumiñahui, "seres activos, empresarias, profesionales, gente valiente y emprendedora que queremos compartir , no ser mártires ni víctimas".