CURIOSIDADES

Un millón de cajas de cerillas, a la venta

La colección de cajas de cerillas del turiasonense Luis Tarazona, única en su género, interesa ya en el extranjero. Tiene más de un millón, de los cinco continentes, y algunas únicas.

Luis Tarazona, en su domicilio, con algunos de los ejemplares de su colección.
Un millón de cajas de cerillas, a la venta
NORA BERMEJO

"Mire, lo que yo tengo no es una colección de cromos; lo que tengo es siglo y medio de historia del invento más importante de la Humanidad. Porque nada ha sido tan trascendental para el hombre como el fuego. Controlarlo fue un gran avance en la calidad de vida".


Luis Tarazona lleva más de 60 años coleccionando cajas de cerillas. Tiene más de un millón, de los cinco continentes, y algunas únicas en su género. Toda su colección, guardada en cientos de álbumes, está ahora a la venta y, si no lo remedia alguien, puede incluso irse al extranjero. Aunque no revela el precio que pide por su tesoro, confirma el rumor que ha circulado estos días por Tarazona (coincide su apellido con el nombre de su localidad natal) en el sentido de que alguien interesado en su colección se ha desplazado desde el Reino Unido a la ciudad del Queiles para tantear la posibilidad de comprarla. "Es algo privado, casi íntimo -asegura-, y ya entenderá que no es lógico que hable del asunto. Hay gente que quiere comprarla, pero vale mucho dinero".


Inició su colección cuando tenía 14 años y entró a trabajar en Fosforera Española de Tarazona. Durante los 65 años siguientes no ha habido ni un solo día en que no haya incrementado su colección. "Piense un tema, el que quiera... Seguro que lo tengo en una caja de cerillas. ¿Cuántas cajas cree usted que podría ver en un solo día? ¿Mil, dos mil...? Es que yo tengo un millón. Nadie ha visto toda mi colección. Y todo lo tengo documentado". Posee un ejemplar de todas las cajas de cerillas realizadas en España a lo largo del siglo XX. Y tiene varios miles de cajas del siglo XIX. Cronológicamente, su colección arranca en 1838, cuando empezó a funcionar la primera fábrica de fósforos en España (Fuenterrabía), y sigue hasta la actualidad. "Es el único producto del mundo con millones de presentaciones". El ejemplar más antiguo data de 1838, y a partir de ahí, su colección recorre todas las fábricas, todos los temas, todas las presentaciones. Hay piezas que son pequeñas obras de arte, y otras, únicas, que tienen la firma de los que las protagonizan. "He vivido sesenta años plenamente dedicado a mi colección. Ni en vacaciones he parado -señala-. Si no la veo en un museo, pues no pasa nada. Y si se vende, pues alabado sea Dios. Yo ya me he divertido bastante con ella".


La mayor colección del mundo podría acabar en el Reino Unido.