Un Gordo alto, un segundo bajo y un tercero remolón

El 78.924 es el número más alto en la historia del sorteo que ha sido agraciado con el primer premio.

Eran las 11.14 de la mañana, justo en el ecuador del sorteo -el sexto alambre de la quinta tabla-, cuando Andreas e Iván cantaban el 79.250, el Gordo más alto en toda la historia, ya casi bicentenaria, del tradicional sorteo de Navidad, un récord que hasta ahora ostentaba el 78.294, premiado el año pasado.


En ambos casos, setenta miles, como setenta miles han sido seis de los trece premios del Sorteo de Navidad 2010, en el que, y a pesar de la crisis, cada español ha jugado una media de 54,74 euros, prácticamente lo mismo que el año pasado.


Además del Gordo, fueron setenta miles el tercer premio (75.913) y cuatro de los ocho quintos.


A esa hora, las 11.14, de una mañana invernal, gris y lluviosa en muchos lugares de España, los 585 millones de euros del premio -tres millones por serie, trescientos mil por décimo y 15.000 euros por euro jugado- volaban a Barcelona, Alicante, Tenerife, Madrid, Cáceres, Palencia, Zaragoza y Guipúzcoa, las provincias donde se ha vendido el 79.250.


Trescientos noventa millones -130 series- fueron vendidos en Cerdanyola del Vallés (Barcelona), en la administración número 7, y otros 132 -44 series- en la 323 de la Ciudad Condal. Es, por tanto, un Gordo muy catalán, con una terminación que recuerda la última goleada del Barça sobre el Madrid (5-0).


Tres millones se quedaban en Alcorcón, ciudad dormitorio de la periferia madrileña, repartidos por unos loteros que contrataron a una medium para atraer a la fortuna, y otros tres en la localidad guipuzcoana de Eibar. En Alicante, donde se vendieron diez series, la fortuna regalaba 30 millones de euros.


La alegría se desbordaba -allí, por la diferencia horaria con la Península, pasadas las 10.14- en Garachico, pueblo del norte de la isla de Tenerife, donde la lotería ha convertido en millonarios a muchos de sus vecinos.


Por el contrario, en Molina de Segura, Murcia, la euforia del primer momento se convertía en estupor al conocerse que la serie del 79.250 consignada a la administración de lotería número 5 de la localidad se devolvió íntegra, al no tener compradores.


Antes de sacar el Gordo, Andreas López de Haro e Iván Quintero -rostro serio y concentrado el primero y sonriente y peinado con cresta el segundo- habían cantado uno de los ocho quintos premios, el 34.141, dotados todos ellos con 50.000 euros por serie.


A las 10.52, veinte minutos antes de que el Gordo hiciera su aparación en el escenario, decorado en rojo y blanco, del Palacio de Congresos de Madrid, donde por vez primera se celebraba el sorteo extraordinario de Navidad, Eduardo Escobar y Alejandra Alves cantaban el 147, un número bajo, raro, de los que gustan poco, pero que resultó ser el segundo premio.


"Nos costó bastante venderlo, la gente no lo quería, lo rechazaba", entre otras razones porque tiene muchos ceros, explicaba poco después la lotera Concha Coronado, de la popular 'Doña Manolita', la administración situada en plena Gran Vía madrileña y conocida por repartir siempre algún premio en este sorteo.


El 147 fue vendido, además, en Sestao (Vizcaya), Roa de Duero (Burgos), en la localidad granadina de Vélez de Benaudalla, Calatayud, y en otra de las administraciones que más lotería vende de toda España, y que más premios da, la Bruixa d'Or, en Sort, provincia de Lérida. También en Santiago de Compostela y en la administración número 56 de Madrid, en pleno barrio de Salamanca.


La Comunidad de Madrid y, más concretamente, su capital, volvió a tener suerte este año, ya que parte de todos los premios, incluido el tercero, vendido íntegramente aquí, fueron repartidos por administraciones de la región, donde las ventas de lotería de Navidad superaron los 529 millones de euros.


A Eduardo y Alejandra les tocó cantar otro de los números afortunados, un quinto premio, el doblemente erótico 69.069, que viajó íntegramente a Palma de Mallorca.


Esta es, año tras año, una de las terminaciones más buscadas, como ocurre con el 13, no apta para supersticiosos, y que corresponde a las dos últimas cifras del tercer premio, que fue para el 75.913.


De los tres grandes premios, éste fue el más remolón para salir del bombo. Lo hizo en la séptima tabla, cuatro minutos antes de que los relojes marcaran el mediodía y casi tres horas después de que hubiera dado comienzo el sorteo. Los encargados de cantarlo fueron Marisel Carvajal y Alfredo R. Grande, que dieron otro premio, un quinto, que fue a parar al número 6.075.


En seis acabaron los dos cuartos premios -200.000 euros por serie- cantados de manera sucesiva y que recayeron en el 25.506 y el 57.896. En este caso, los mismos números pero ordenados de manera diferente que uno de los quintos, el 75.869, el más madrugador de todos, pues salía pasadas las nueve y media de la mañana, minutos después de comenzado el sorteo.


Eran las 12.23 horas cuando Karen N. Maldonado y Araceli Guaman cantaban la octava tabla y el último de los premios del sorteo, un quinto, que fue a parar al 78.953.


A Janet Jara y Evelyn Calderón, que les tocó la novena, ya sólo les quedó la pedrea. Era la una cuando los bombos de la suerte dejaban de girar.