HERALDO ABIERTO

"Me pusieron una multa a pesar de tener la tarjeta para discapacitados"

La zaragozana Patricia Cortés Muñoz se siente "indignada" después de que le pusieran una multa por un importe de 92 euros "sin razón", a pesar de tener la tarjeta de estacionamiento para personas discapacitadas

"Es increíble, pero cierto. Me multaron por aparcar el coche en una zona en la que no obstaculizaba el paso de vehículos, como señala la normativa municipal publicada en el Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza en marzo de 2003, a pesar de tener, en un lugar visible la tarjeta de estacionamiento para personas discapacitadas".


Estas son las palabra de Patricia Cortés Muñoz, una zaragozana que a principios de septiembre estacionó su vehículo en la calle de Pedro Saputo, en el barrio zaragozano del Actur, para disfrutar de una jornada en la Expo con su hermano Rafael, que tiene un 80% de discapacidad física.


"Por los problemas de movilidad de mi hermano, siempre que viaja en mi vehículo yo tengo derecho a disponer de la tarjeta para aparcar en los lugares reservados para minusválidos", apunta la zaragozana.


"Ese día -el 6 de septiembre- no encontré ningún sitio mejor donde dejar mi coche. Soy consciente de que no era una plaza reservada para personas con discapacidad. Pero la normativa especifica, que con la tarjeta azul se puede estacionar en cualquier lugar de la vía pública, siempre que no se obstaculice el paso de vehículos o peatones", insiste Cortés.


"Por las circunstancias de mi hermano yo sería la última persona en aparcar en un lugar que perjudicara el paso a nadie, con lo cual me percaté de que hubiera el suficiente espacio para que pudiera pasar la circulación en ambos sentidos. Tampoco estaba en ninguna esquina, por lo que no dificultaba la visión".


"La sorpresa fue mayúscula cuando llegamos al coche y vimos una multa que ascendía a 92 euros, por obstaculizar gravemente la circulación. Además me la pusieron encima de la tarjeta para personas con movilidad reducida", cuenta Patricia Cortés.


Pago por anticipado


Sin pensarlo dos veces Cortés se dirigió a la comisaría más cercana para que le dieran una explicación a lo sucedido. "La de la avenida de Pablo Ruiz Picasso estaba cerrada, pero en cuanto ví un vehículo de la Policía Local fui a preguntarles", apunta la joven.


Los agentes le dijeron que la mejor solución era presentar un pliego de descargo, es decir, presentar por escrito las alegaciones oportunas por las que la zaragozana no creía correcto que le hubieran denunciado.


"El 17 de septiembre lo entregué en el Registro del Ayuntamiento con la esperanza de que rectificaran el error. También pagué los 92 euros de la multa, porque me dijeron que el pago debía hacerlo por anticipado y que, en el caso de que me dieran la razón me devolverían el importe", explica Patricia Cortés.


Pasado algo más de un mes, la zaragozana y su familia recibieron en su domicilio la resolución a su recurso. "Todos sabemos cómo funcionan las cosas y que es muy difícil que te retiren una multa. Pero estábamos esperanzados, por la situación en la que se dieron las circunstancias. Creíamos que recapacitarían y reconocerían que había sido un error", argumenta Cortés.


Respuesta "indignante"


No fue así. Dicha resolución, con fecha de 10 de octubre, "pero recibida a principios de noviembre", apunta Patricia Cortés, especifica, textualmente que "se actuó con el vehículo denunciado en base a la infracción observada. Todo ello por estacionar obstaculizando totalmente un carril de circulación. La mera posesión de la tarjeta de minusválido no le autoriza a la maniobra corregida".


"Es indignante, porque no son ciertas esas alegaciones. ¿Por qué no han respetado la normativa municipal? Bastante tenemos con lo nuestro, para que encima no respeten nuestros derechos", concluye Cortés.