INTERNET

Pros y contras del Gran Hermano

Los servicios de imagen por satélite y mapas de Google pueden ser un arma de doble filo si la privacidad del individuo se ve amenazada. Ya hay casos en los que la empresa ha tenido que capitular

Justo por estos días hace un año que el buscador de Internet Google lanzó un servicio de imágenes por satélite que puso el mundo entero a tiro de ratón. Google Earth permite desde entonces que los usuarios puedan viajar a los confines más remotos del planeta sin levantarse de la silla. Pero tanta libertad también tiene trampa. Con la misma facilidad con que usted puede recrearse con las cataratas del Niágara, también puede hacerlo con la imagen de su vecina tomando el sol en la azotea como Dios la trajo al mundo. Y es que las imágenes satelitales es lo que tienen.


Era cuestión de tiempo que los problemas con este software comenzasen a airearse, tanto por la privacidad de las imágenes como por la falta de seguridad que provocaban. Además de las imágenes de gran resolución, la tecnología da al usuario información precisa sobre las coordenadas del lugar, lo que puede resultar un problema en casos de instalaciones estratégicas, como aeropuertos o bases militares, ya que supuestamente podría ayudar al enemigo a encontrar armas o vehículos. Éste es, al parecer, el caso de Iraq. Las imágenes "pueden llevarte exactamente al edificio en el que estamos", señaló el capitán Joshua Thompson, estacionado en la base aérea de Balad, en Iraq, a la cadena de televisión NBC.


El Pentágono puso límites a Google. En concreto, a su servicio de búsqueda de mapas, Google Maps, por lo que la empresa cumplió la petición que le hizo el Pentágono de eliminar algunas imágenes "online" de su servicio, porque suponen una amenaza para la seguridad de bases militares, según responsables militares y de la compañía.


Street View, un apartado de Google Maps, ofrece vistas de 360 grados a nivel de calle en 30 ciudades de Estados Unidos. Los usuarios pueden conducir por una calle, en sentido virtual, usando su ratón para ajustar las vistas del paisaje. Este servicio se ha vuelto muy popular para aquellos que planean una visita a barrios desconocidos, pero también se ha convertido en un imán para la controversia por la potencial invasión de la privacidad de las personas cuyas imágenes son capturadas.


Club de "striptease"


Por ejemplo, en una imagen se ve a un hombre saliendo de un club de "striptease" de San Francisco; en otra, a una mujer tomando el sol. Entre las quejas hubo una de una mujer que pidió que se retirara la imagen de su gato, a lo que Google se negó.


Una pareja de Pittsburgh, en Pensilvania, demandó a Google por intrusión en su privacidad, porque el servicio Street View permite a cualquier internauta ver una foto de su calle y de su casa. Aaron y Christine Boring acusan a Google de "invasión intencionada" de su privacidad, pues la calle donde viven está claramente marcada con una señal de zona privada. Añaden que el asunto les ha causado "sufrimiento mental", por lo que piden 16.000 euros.


Pero Google también quiere tener su puntito comprometido. Al menos, ese es objetivo del acuerdo firmado recientemente entre el buscador y el Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados, que acaban de anunciar el lanzamiento de un programa de cartografía, basado en Google Earth, que permite "observar" a distintos niveles las principales crisis mundiales y el trabajo de las agencias humanitarias.


También gracias a las imágenes por satélite al alcance de todos, los investigadores de la Universidad Nacional de la provincia argentina de La Rioja (UNLaR) descubrieron un gigantesco yacimiento arqueológico, con estructuras circulares.


Miembros del Departamento de Arqueología del Museo de Ciencias Naturales de la UNLaR explicaron que se trata de una superficie prehispánica de unas 500 hectáreas, ubicada al oeste de la provincia, aunque se excusaron de precisar el lugar para preservarlo. Allí se han identificado al menos una docena de estructuras circulares de hasta 12 metros de diámetro, construidas sobre plataformas elevadas y delimitadas por paredes de piedra.