HERALDO ABIERTO

"Montarse hoy un negocio sería poco menos que un suicidio profesional"

Los pequeños comerciantes de Las Fuentes aseguran que las crisis les ahoga y piden que el gremio aúne esfuerzos para tratar de salir de una situación cada vez más acuciante.

Alfonso Bernalte (a la izquierda) y Gerardo Gracia, en la zaragozana calle de Salvador Minguijón.
"Montarse hoy un negocio sería poco menos que un suicidio profesional"
ESTHER CASAS

Alfonso Bernalte comenzó a trabajar con 14 años en Galerías Preciados, en el paseo de Independencia. "El primer día de trabajo me dijeron: 'Tienes hora de entrada, pero no de salida'. Nunca sabías cuándo ibas a acabar. Y en la víspera de Reyes, cerrábamos pasada la medianoche", recuerda. Ahora, a sus 51 años, es comerciante en una tienda de fotografía, en el barrio de Las Fuentes de Zaragoza. Tiene una jornada laboral de 8 horas y cierra los domingos, pero observa impotente cómo establecimientos de reciente apertura le hacen una dura competencia al abrir en horarios casi de 24 horas. "Nos ha costado muchos años conseguir las condiciones laborales que ahora disfrutamos para perderlas en cuatro días", lamenta Alfonso. "¿Cómo compito yo con ellos? ¿Me pongo un colchón debajo de la mesa?", añade.


Según marca la normativa, los establecimientos con una superficie menor de 300 metros cuadrados tienen libertad horaria. "¿Pero ahí dónde queda la conciliación del trabajo con la vida familiar?", se pregunta Alfonso.


El sector del pequeño comercio es uno de los que más tocados han quedado por la actual situación económica. "Nunca antes habíamos conocido una crisis como esta, y no tiene viso de mejorar. Eso de que ya hemos llegado al punto más crítico es una falacia. Lo peor está por llegar", alerta pesimista Gerardo Gracia, presidente de la Asociación de Comerciantes de Las Fuentes. "Aquí, no es difícil que amanezca un nuevo día con otra tienda más cerrada. Es como una plaga", asegura. "Y si tuvieran que echar la persiana todos los que no ganan, no quedaríamos en pie ni la mitad", puntualiza Alfonso. En los últimos meses, unos cuarenta establecimientos han tenido que echar la persiana. Representan más del 25% de los comercios de la zona.


Para muestra, un botón. El pasado sábado abrió por última vez una charcutería de toda la vida, 'Magaña', en la calle de Monasterio de Siresa. Y cada vez se ven más carteles de 'Se vende' o 'Se traspasa' por los locales del barrio. "Montarse hoy un negocio sería poco menos que un suicidio profesional", dice Gerardo. "Ya no nos sirve ni tirar los precios. Cada vez vendemos menos y más barato", indica con resignación el presidente de los comerciantes de Las Fuentes.


Desde la DGA aseguran que la Administración tiene ayudas para los pequeños comercios. "Pero no son ni de lejos suficiente para la situación en la que vivimos. Hasta que esto no termine de explotar, aquí nadie hará nada", se queja Gerardo.


Cuando una puerta se cierra...


Entre tanta calamidad, todavía pasa algún rayo de luz por la ventana entreabierta. Si no, que se lo digan a Pedro Pubill y Eva Clavería. Esta pareja abrió el pasado mes de septiembre una tienda de ropa de mujer en la calle de doctor Iranzo, 'Colecciones Vainilla'. "Una amiga que cerraba su establecimiento, nos animó a que cogiéramos nosotros el local y montáramos un negocio. Ya teníamos otra tienda en Santa Isabel", cuenta Eva. Pasado más de medio año, se han disipado todas las dudas que tenían al principio. Su fórmula no es un secreto: un género muy variado y de calidad, un precio asequible en tiempos de crisis y un trato al público muy familiar. "Los clientes lo valoran, y por el momento, no nos podemos quejar. Eso sí, nuestro margen de beneficio es mínimo", cuenta Pedro.


Por desgracia, su caso es excepcional, y y la generalidad es bien distinta. El próximo mes cierra sus puertas 'Arriba y Abajo', una tienda de ropa en la calle de Monasterio de Siresa. A escasos metros, otro bar ha colgado el cartel de 'Se traspasa'. Solo el tiempo dirá cuántas víctimas deja la crisis.