.

"En menos de un minuto, subes al rascacielos más alto del mundo"

Los tres jóvenes se hicieron esta divertida foto en el mirador de la torre de Dubái
"En menos de un minuto, subes al rascacielos más alto del mundo"
L. CHICÓN

Laura Chicón, Santiago Vicente y Elena Coarasa, tres amigos zaragozanos, tienen la suerte de haber sido de las primeras personas en subir al Burj Khalifa (Torre Jalifa), el edificio más alto del mundo, inaugurado hace tan solo unos días en Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos. Contemplaron la ciudad desde el piso 124 -de un total de 192, 160 habitables- de una torre que tiene 828 metros de altura. Toda una aventura difícil de olvidar.

 

Estos jóvenes visitaron la construcción diez días después de su apertura al pública. "Santiago y yo -cuenta Laura- fuimos a visitar a Elena, que trabaja como azafata para la compañia Emirates".

 

"El Burj Khalifa (que inicialmente se iba a llamar Burj Dubái), se inauguró el 4 de enero por todo lo alto, y nosotros conseguimos entradas para el día 11. Ya que estábamos allí, no podíamos perdérnoslo", relata. Sus entradas ("que al cambio cuestan 20 euros") eran para las 10.00, aunque después "estuvimos mucho rato sin parar de hacer fotos".

 

"Para llegar hasta allí, subimos en el ascensor más rápido del mundo, que en menos de un minuto te eleva hasta el mirador. Y es que allí todo tiene que ser lo 'más' del mundo", dice. Esta visita no resulta apropiada para quienes tengan vértigo, porque la panorámica que se contempla "es impresionante" y los otros rascacielos de Dubái, "que no son precisamente pequeños, se ven desde arriba y parecen construcciones normales. Se ve todo en miniatura".

 

En el mirador aprovecharon para hacerse una foto con unos carteles en los que se podía leer la fecha, sus nombres y el piso en el que se encontraban. "Tuvo tanto éxito que todo el mundo nos pedía estos papeles para sus fotos". Mientras estaban disfrutando de las vistas, escucharon por megafonía un anuncio en árabe. A continuación, lo tradujeron al inglés y "nos advertían de que teníamos que desalojar el edificio y que no usáramos los ascensores". Sin embargo, todo se quedó en un susto, porque personal de seguridad les explicó que tan solo eran pruebas de sonido y que en realidad no ocurría nada.

 

Las anécdotas se han sucedido durante todo el viaje. Visitaron la mezquita de Abu Dabi, estuvieron en un hotel de siete estrellas (el Burj Al Arab, situado a 17 kilómetros al sur de Dubái y considerado el más alto y caro del mundo), recorrieron el desierto en un todoterreno, se bañaron en la playa en pleno mes de enero... De hecho, la temperatura, en esta época del año, ronda los 24 grados. En verano se llegan a alcanzar los 50, "por eso decidimos viajar ahora y no esperar a agosto".

 

La ciudad de Dubái "está en obras, todo son grúas". "Me chocaba que no hay aceras y Elena contaba que en la avenida principal, hasta que construyeron el metro (todavía sin terminar), tenía que coger un taxi para cruzar al otro lado de la calle", resume.