Los aragoneses son, junto a los castellanomanchegos, son los más partidarios de endurecer la ley antitabaco, ya que en 54,5% se pronuncian a favor de ello, mientras que sólo lo hacen un 19,3 por ciento de los navarros.

Así lo revela el Barómetro Sanitario, elaborado por el Ministerio de Sanidad, según la cual el 47,4% de los españoles se muestran "mucho" o "bastante" a favor de endurecer la ley.

Por comunidades autónomas, quienes más apoyaron los cambios en la ley fueron también los castellanomanchegos, ya que el 55,8% de los consultados era muy o bastante partidario de los cambios en la legislación.

Una postura en la que también coincide más de la mitad de la población de Aragón, de Canarias (53,4%), de Extremadura (51,6%), de Andalucía (50,8) y de Baleares (50,1).

Frente a ellos, sólo el 19,3% de los navarros cree que habría que ir más allá con la ley antitabaco, así como el 39,1 por ciento de los asturianos.

El barómetro también preguntó sobre el consumo de alcohol y, en este caso, han sido los extremeños y los castellanomanchegos los más partidarios de prohibir que su consumo a los menores de 18 años, una medida con la que están de acuerdo los ciudadanos de todas las comunidades autónomas.

En una escala del 1 al 10 los españoles se muestran, en general (con una nota del 8,59), bastante de acuerdo con que no se permita el acceso al alcohol a los menores de edad.

Las comunidades donde esta medida despierta menos interés, aunque sí es apoyada, son el País Vasco (7,74), Navarra (7,83) y Galicia (8,34).

Por el contrario, junto a Extremadura y Castilla-La Mancha, la ciudad autónoma de Ceuta es donde se ve con mejores ojos un endurecimiento de la legislación para limitar el consumo de alcohol en los menores.

Preguntados por el grado de satisfacción con el sistema sanitario público, quienes otorgan mayor calificación a esta prestación son los asturianos (con un 7,21 sobre 10), seguidos de los navarros (7,19) y los riojanos (6,97).

Canarias, con un 5,50, y Galicia, con un 5,91, son las comunidades donde sus ciudadanos puntúan peor al sistema sanitario público.