Son amigos y amantes de la natación. Y se han unido para realizar una travesía que solo está al alcance de unos pocos valientes. Javier Tomás, Elías Yela, Álvaro García, Pepe Salueña y Alejandro Lasala, cinco zaragozanos de entre 27 y 39 años, se embarcarán dentro de un mes en el proyecto de sus vidas: cruzar a nado el Estrecho de Gibraltar. Solo 297 personas han logrado alcanzar la orilla del continente africano, entre ellos 47 españoles, pero ninguno aragonés.

La idea surgió en septiembre, cuando Pepe Salueña, waterpolista y nadador del Centro Natación Helios, les comentó un proyecto que es su sueño desde niño. El resto no dudo en acompañarle. «A todos nos gustan el deporte y los retos -explica Javier Tomás, waterpolista-. Y en grupo es todo mucho más divertido». Para acometer esta gesta entrenan seis días a la semana, por la mañana a las 7, antes de trabajar, y una hora más por la tarde. «Los fines de semana -añade Alejandro Lasala, bombero del Ayuntamiento de Zaragoza- aprovechamos para ir a algún pantano y entrenar en condiciones más parecidas a las de allí».

Aunque existen rutas más cortas, la travesía más segura, para cruzar de un continente al otro, es la que va desde la isla de Tarifa hasta Punta Cires (Marruecos), distantes entre 18,5 y 22 kilómetros, según las condiciones del Estrecho. El desafío incluye cubrir la distancia sin neopreno ni materiales que ayuden a la flotación. Para lograr su objetivo cuentan con la Asociación de Cruce a Nado del Estrecho de Gibraltar (ACNEG), ya que ir por libre es más complicado. Esta empresa, con una larga trayectoria en la planificación y desarrollo de cruces a nado en la zona, prepara la documentación legal, garantiza el acceso al Centro de Salvamento Marítimo de Tarifa, certifica el cronometraje y además permite seguir la ruta, en tiempo real, en internet. Dos barcas les acompañarán en la travesía. «Una es para marcar el rumbo -cuenta Javier- la otra es de apoyo? por si acaso». Para intentar su proeza, viajarán a Tarifa del 14 al 21 de agosto.

«Estaremos allí siete días pero no sabemos exactamente cuándo cruzaremos, depende de las condiciones». Y es que su meta no depende solo de la preparación física y mental, en la que confían, sino también de las mareas, la niebla, la temperatura del agua y las condiciones atmosféricas. «Tenemos que estar preparados todos los días dos horas antes de la salida, y ver si las circunstancias son las adecuadas -explica Alejandro-, es una zona complicada y en ocasiones el tiempo y las mareas no han permitido el cruce».

Pero no todo es entrenar. Para completar su aventura necesitaban más de 10.000 euros que cubrieran todos sus gastos. «Hemos conseguido algunos patrocinadores -señalan los deportistas- pero todo lo demás sale de nuestro bolsillo». «Todavía nos falta dinero, así que estamos abiertos a cualquier donación», apunta riendo Álvaro García. Para acabar de financiarse y dar a conocer su proyecto, esta tarde harán una presentación, en el Café Cabaret Pop en la plaza de Salamero, en la que participará su entrenador, el triatleta Ángel Santamaría. «Venderemos camisetas -anuncian- y nos tomaremos unas cervezas con todo el que venga».

Estos cinco valientes se muestran ilusionados ante el reto que les espera y aseguran que sus familias les apoyan a pesar del lógico temor a lo que pueda pasar. Para ellos el miedo es lo de menos, lo importante es llegar al otro lado. «Las ballenas y el frío son nuestros enemigos más temidos», bromean antes de lanzarse al agua, mucho más segura, de la piscina para continuar con su duro entrenamiento.

Si lo logran, aseguran que se tomarán un descanso. Todavía no se han planteado próximos objetivos. Prefieren ir «paso a paso» o, en este caso, «brazada a brazada» a por el Estrecho de Gibraltar.