ZARAGOZA

Los puntos limpios de la ciudad sufren continuos robos en sus instalaciones

Los trabajadores de los cuatro centros de recogida denuncian hurtos "diarios". En una ocasión se sustrajo el aire acondicionado de la caseta de recepción

"Esto, por las noches, es como un Corte Inglés para los ladrones, más que un lugar de reciclado de basura". De esta forma tan gráfica resume una de las empleadas -que prefiere mantener el anonimato- la situación de los puntos limpios fijos de la capital aragonesa. Las instalaciones de estos centros de recogida de basura sufren continuos robos. Se trata de pequeños hurtos en los que lo más habitual es que se sustraiga todo tipo de chatarra y enseres de poco valor. Según apuntan los propios trabajadores, el coste de las pérdidas no es muy grande, pero sí los inconvenientes que generan.

 

La Policía, por su parte, tiene constancia de que estos hechos se vienen repitiendo desde hace "al menos, medio año", por lo que han aumentado su presencia por los cuatro puntos (San José, Universidad, Torrero y Cogullada), pero reconocen que poco pueden hacer. No obstante, ya se han tramitado algunas denuncias en este sentido, como la que se presentó el pasado 12 de enero contra J. C. S. B., de 38 años. En esta ocasión, fueron agentes de la Policía Nacional quienes le pillaron 'in fraganti' asaltando el centro de la avenida de Cesáreo Alierta, tras ser puestos sobre alerta por un vecino de la zona.

"Hay mucha pillería"

Según explicaron fuentes de FCC, empresa encargada de gestionar el servicio de puntos limpios de Zaragoza, "muchas veces lo de menos es la mercancía, el problema es que entran en la caseta del trabajador". De hecho, aseguran que en una ocasión se llegó a sustraer el aparato de aire acondicionado que tienen instalados estos habitáculos, forzando la puerta de entrada.

 

"Demasiadas veces el personal ha tenido que plantar cara a los delincuentes, porque han llegado a entrar a plena luz del día", aseguraron las mismas fuentes. Por eso, la premisa que se les ha transmitido es que no se haga frente a los delincuentes para evitar desgracias personales. La superficie de los puntos limpios ronda los 2.000 metros cuadrados y están protegidos con una cerca de unos dos metros y medio de altura, aunque no presenta grandes dificultades para ser superada.

 

En todo caso, como explican los propios trabajadores, hay mucha pillería. "Casi todos los días hay alguien merodeando por la puerta para pedir a los usuarios que les den sus residuos, en lugar de tirarlos en las instalaciones", aseguran. Una situación a la que no quieren dar demasiada importancia, aunque reconocen que no es lo más adecuado. "No nos importa, pero para el cliente puede ser incómodo", argumentan.