MEDIO AMBIENTE

Los Pirineos y los Alpes son las coordilleras más afectadas por la acción humana

Investigadores españoles del CSIC estudiaron trece sistemas montañosos de todo el mundo y concluyeron que la "intensa transformación que han sufrido los hábitat de montaña debido a la acción humana ha reducido de forma muy significativa el papel que han jugado las montañas como laboratorios naturales".

Las cordilleras europeas de Los Pirineos o los Alpes son las más afectadas por la acción del hombre y, por tanto, malos laboratorios para estudiar la causas biológicas de la diversidad de las especies, según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) publicado esta semana en la revista 'Nature'.


Los investigadores españoles estudiaron trece sistemas montañosos de todo el mundo y concluyeron que la "intensa transformación que han sufrido los hábitat de montaña debido a la acción humana ha reducido de forma muy significativa el papel que han jugado las montañas como laboratorios naturales para conocer las causas biológicas de la distribución de la diversidad de las especies".


Uno de los autores del estudio, el investigador del CSIC, David Nogués, señala en un comunicado que "los humanos, al impactar con más intensidad en las zonas bajas de las montañas, han forzado a los científicos a estudiar sólo las zonas más naturales de estos hábitats, lo que ha inducido a error en muchos estudios".


Las menos afectadas, en Papúa Nueva Guinea 


Así, las cordilleras europeas, como los Pirineos y los Alpes, son las que mayor presión antrópica han sufrido de todas las estudiadas. Las que menor impacto humano han soportado, por el contrario, se encuentran en Papúa Nueva Guinea, cubiertas por frondosas selvas tropicales.


"Un ejemplo del escaso impacto humano en estas montañas, es que se siguen encontrando nuevas especies de vertebrados cada año, anteriormente desconocidos para la ciencia", señala Nogués, que ha publicado cerca de 1.500 artículos sobre la cuestión. Este experto subraya que "aún no se conocen las causas biológicas de la biodiversidad en las montañas".


Otro de los coautores del estudio, el director del Laboratorio de Biodiversidad y Cambio Global del CSIC, Miguel Araujo, explicó que existen dos hipótesis sobre esta materia. La primera señala que se basa en un descenso del número de especies desde las zonas más bajas hacia las más altas de las montañas". La segunda, habla de un mayor número de especies en altitudes intermedias, y menos especies en las zonas más bajas y las más altas.


Sin embargo, como advierten los autores, la significación biológica de los dos patrones explicativos está en duda porque de los 460 artículos sobre este tema analizados en el estudio, sólo 12 habían sido desarrollados en gradientes altitudinales completos y en cordilleras escasamente impactadas por los humanos.