PROTESTAS EN ESPAÑA POR LA PROSTITUCIÓN CALLEJERA

Las prostitutas denuncian ser víctimas de una "caza de brujas"

Las prostitutas que ejercen en Barcelona han denunciado ser víctimas de una "caza de brujas", han exigido su regulación y han reclamado participar en el desarrollo del Plan de Usos de Ciutat Vella para reabrir los "hostales-meublés" y no tener que trabajar en la calle.


Arropadas por asociaciones de vecinos y entidades de apoyo a la mujer, un grupo de prostitutas, en representación del colectivo, ha comparecido hoy en rueda de prensa para exigir "respeto y diálogo" en el debate abierto a raíz de la publicación de unas fotografías de meretrices practicando sexo retribuido en la calle.


En nombre del colectivo, María y Tania -que llevaba su rostro cubierto con una máscara de colores- han denunciado la "cruzada" de la que están siendo víctimas, han insistido en que no son delincuentes, sino personas, y han exigido poder ejercer su profesión de forma regulada y digna.


Por este motivo, han valorado positivamente el anuncio de la concejal del distrito de Ciutat Vella, Itziar González, de que se podría permitir en el Raval la reapertura de prostíbulos legales, a través de la modificación del Plan de Usos de Ciutat Vella.


En este contexto, han exigido poder participar en el desarrollo de este proyecto para lograr la reapertura de los pequeños "hostales-meublés" que antaño caracterizaban el Raval y que se clausuraron a raíz de la entrada en vigor de la nueva ordenanza del civismo, que establece que debe haber una distancia mínima entre estos locales y otro tipo de instalaciones, como las escuelas.


"Necesitamos un espacio digno", ha clamado María, que se ha mostrado convencida de que si se logra la reapertura de estos locales o incluso que haya bares con conexión directa a pisos para el ejercicio de la prostitución, la mayoría de meretrices abandonarían la calle.


No obstante, ha admitido que habría una minoría que seguiría en la calle porque "hay chicas que no quieren estar encerradas".


En un sentido alegato de su profesión, María ha reivindicado la necesidad de regularizar la prostitución, como ocurre por ejemplo en su país de origen -Uruguay-, puesto que lo que quieren es que las dejen trabajar en paz, con derechos y deberes y con dignidad.


"La prostitución va a morir con el mundo. Yo elegí ser prostituta y moriré siendo prostituta", ha remarcado, antes de subrayar que la represión policial no servirá para acabar con el considerado oficio más antiguo del mundo.


María también se ha quejado de la "hipocresía" que está rodeando el debate sobre la prostitución, ya que considera que muchos de los que se han escandalizado públicamente por las imágenes de sexo retribuido en la calle "son los que luego van a clubes donde pagan 400 ó 500 euros la noche".


"También a mí me gustaría trabajar en clubes y que me llamara alguien como Berlusconi y me pagara mil euros, pero no tengo tanta suerte y trabajo en la calle Robadors", ha ironizado.


El colectivo de las prostitutas también se ha quejado de que el acoso policial y mediático al que se han visto sometidas ha vulnerado su derecho a la privacidad -muchas de ellas ejercen sin que lo sepan sus familiares o vecinos- y además ha asustado a los clientes, ya que "el 80% están casados", según María.


Las prostitutas han contado con el respaldo de varias asociaciones de apoyo a la Mujer, como Género, Àmbit Dona o Lloc de la Dona, además de SOS-Racisme, el Colectivo de Transexuales, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona y el departamento de Defensa de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Barcelona.