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Las bicis ya van a la moda en Zaragoza

El gusto por customizar las dos ruedas está llegando al ciclismo urbano de Zaragoza. En las calles es fácil cruzarse ya con las bicicletas de piñón fijo que hicieron famosas los bicimensajeros de Nueva York y otras diseñadas y construidas pieza a pieza por sus propietarios.

Segundo de Miguel diseñó y construyó su 'chopper'
Las bicis ya van a la moda en Zaragoza
CARLOS MONCÍN

La última moda que gana adeptos son las 'fixie', típicas de los bicimensajeros de Nueva York, que fueron los primeros en sacarlas de los velódromos para introducirlas en la ciudad. Se las reconoce por su minimalismo, su sencillez extrema, son de piñón fijo y se detienen ralentizando progresivamente el pedaleo. En la capital aragonesa no se puede decir que haya una explosión ni el nacimiento de una nueva tribu urbana, de lo que ya se habla en Barcelona y Madrid, pero sí empieza uno a cruzarse con ellas.

"Hace un año, muy pocos las conocían y ahora la gente pregunta y ves varias decenas circulando. Además, resulta práctico, porque se tiene la bici de montaña apalancada por ahí y transformándola en una 'fixie' le sacas partido en la ciudad", opina Daniel Arnao, responsable del taller de La Ciudad de las Bicis, por donde ya pasan estos modelos.

En este mismo establecimiento, Chabi Cañada, coordinador de las actividades de educación vial y circulación, se mueve con una de manufactura propia y está fabricando otra aprovechando una bici de pista. Para muchos, al principio, no resultan fáciles de manejar. "Cuando está en movimiento no puedes dejar de pedalear en las curvas, y eso resulta extraño, pero te engancha porque parece que lleves una especie de conversación continúa con ella", describe Cañada. Hay un proyecto para abrir un establecimiento especializado en ellas.

De la demanda que empieza a existir sabe David Arribas, de la tienda Recicleta. "Los aficionados a las 'fixie' suelen agenciárselas ellos mismos, desde un cuadro de segunda mano y, por ahora, lo que más salida tiene son los materiales y componentes", concreta Arribas. Dependiendo de los conocimientos mecánicos, el montaje completo de una rueda nueva suele costar 89 euros, los piñones (4 o 5 euros), el buje (28 euros) y la cadena (10 euros). Hasta donde uno esté dispuesto a gastarse. En la capital aragonesa ya se han celebrado encuentros de bicicletas clásicas y antiguas restauradas. Y se han podido ver máquinas customizadas como las de Segundo de Miguel, que cuando tiene tiempo saca a pasear su 'chopper'. Un modelo que, al igual que la motocicleta de la que toma su nombre, se caracteriza por carecer de elementos innecesarios y por sus manillares elevados e inclinados.

Una excepción. Para Daniel Arnao lo que está en boga, y más con las estrecheces del bolsillo, es adaptar las de montaña o carretera que uno guarda en el trastero en una máquina para la urbe. Basta con renovar manillar y frenos y echarse unas ruedas más gordas.