EN LA ÚLTIMA

La zaragozana Fuente de Canaletas

Zaragoza. El pasado 13 de junio, ahí estuvo, donde siempre, no excesivamente acompañada. Y eso que era el momento idóneo. Pero, claro, en Zaragoza los triunfos deportivos se celebran en la plaza de España y no en la Fuente de Canaletas, como suelen hacerlo los aficionados del Barça.

 

Pero Zaragoza tiene su propia Fuente de Canaletas, en el antiguo Canódromo, en el parque situado enfrente de la plaza de San Miguel. Una réplica muy similar al popular icono catalán que, con el triplete del equipo culé, ha salido muchas veces en los papeles las últimas semanas. Sin embargo, la versión maña tiene otra particularidad: fue fabricada en la tierra, en la factoría aragonesa Fundiciones Rocas.

 

La empresa barcelonesa de mobiliario urbano Colomer tiene en propiedad todo el modelaje del distinto despiece de la fuente. Y encarga a la fundición zaragozana, desde hace más de diez años, la fabricación de cada pieza. "Y son un montón -explica su responsable, Juan Antonio Roca-. Al final, pesa cuatro o cinco mil kilos". Según Roca, siempre que gana el Barça, fabrican alguna. "Al menos, habremos hecho unas diez aquí", cuenta el zaragozano. Aunque, este año, al menos de momento, ha sido una excepción.

 

Sin embargo, en otras temporadas en las que la palabra crisis no estaba tan presente, las Fuentes de Canaletas se han servido a muchos pueblos catalanes, al resto del país e, incluso, han cruzado el charco. "Otros años nos han pedido de ciudades argentinas o colombianas e, incluso, fabricamos una para Estados Unidos", cuenta Fanny Colomer, desde Barcelona. Y todas ellas han sido fabricadas aquí. En la factoría zaragozana se funden y, en la catalana, se pintan, montan y distribuyen. En lo que una y otra coinciden es que son dos compañías familiares, con varias décadas de trabajo a la espalda.

 

Fanny Colomer recuerda que la primera Fuente de Canaletas que hubo en Barcelona data de 1814, pero que la de la Rambla, con cuatro caños, y coronada por cuatro faroles ornamentales, se fabricó en el siglo XIX. Colomer explica su vinculación con las celebraciones azulgranas: "Delante de ella, en los años 30, había un periódico, 'El Diari de la Rambla'. Su director era ejecutivo del Barça, y anotaba allí en una pizarra los resultados del equipo".

 

Pero, además de su relación con el deporte rey, la leyenda afirma que, quien bebe de ella la primera vez que visita la capital catalana, vuelve. Quizá ocurra lo mismo con su réplica aragonesa?