UNA AVENTURA CON PARTICIPACIÓN ZARAGOZANA

La vuelta al mundo en 80 días... y en coche eléctrico

La empresa aragonesa Zytel, que se dedica al diseño y fabricación de coches eléctricos, va a participar en la primera vuelta al mundo en vehículo eléctrico, una iniciativa auspiciada por la ONU, que promete ser una experiencia única.

A mitad de camino entre los míticos 'Autos Locos' y la 'Vuelta al mundo en 80 días', la Zero Emission Race -que así se llama la carrera- va a imitar a Phileas Fogg y su ayudante Jean Passpartout, pero con un objetivo bien distinto: demostrar que los coches eléctricos son fiables, eficientes y seguros. Y para demostrarlo, nada mejor que recorrer 30.000 kilómetros a lo largo y ancho de todo el mundo.


La idea -cuentan Enrique Zueco, Iván Lozano y David Puértolas, director gerente, ingeniero del departamento de desarrollo de nuevos productos y director técnico de Zytel, respectivamente- se le ocurrió a Louis Palmer, un profesor suizo muy comprometido con el medio ambiente y con la necesidad de evitar la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, que ya en 2007-2008 dio la vuelta al mundo en solitario con un taxi solar. En aquella ocasión, Palmer recorrió 14.500 kilómetros durante 534 días para tratar de concienciar al mundo sobre el problema de la energía y lo fácil que resultaría contar con el sol para generarla. Satisfecho con aquella experiencia, decidió embarcarse en otro reto, pero en esta ocasión con vehículos eléctricos y en compañía.


La vuelta al mundo en 80 días

La carrera, que en principio está previsto que se inicie en Shangai (China) el 20 de junio, coincidiendo con la inauguración de la Exposición Universal que se celebra en esa ciudad y país asiático, recorrerá durante 80 días casi 30.000 kilómetros a través de 20 países de tres continentes.

 

En este momento, aún no está totalmente decidido el recorrido; dependiendo de uno de los patrocinadores -explican los participantes aragoneses-, la carrera saldrá de Shangai o bien de Lucerna (Suiza). En el primer caso, se viajará hacia el oeste, a razón de 400-600 kilómetros diarios de media, pasando (y haciendo paradas para explicar la filosofía de la carrera, atender a los medios de comunicación locales y promocionar el coche eléctrico) por 150 ciudades importantes como Pekín, Moscú, París, Munich, Viena, Los Ángeles, Chicago, Nueva York o Londres.

 

En España -explica Zueco- la idea es pasar (y parar para llevar a cabo diversos actos institucionales y de promoción) por Barcelona, Zaragoza y Madrid. En Lisboa, la organización embarcará los vehículos para atravesar el Océano Atlántico y llegar a EE. UU., cruzar el país, subir por la costa oeste hasta Vancouver (Canadá) y atravesar, también en barco, el Océano Pacífico hasta Pekín.

 

Si la carrera se inicia finalmente en Suiza, se viajará hacia el este siguiendo el recorrido inverso (los coches se embarcarán en Pekín para atravesar el Océano Pacífico hasta Vancouver-EE. UU.-Océano Atlántico-Lisboa...). En total, la organización calcula que precisará 125 días (80 de carrera y 45 de traslados marítimos) para culminar la odisea.


Apoyo de Naciones Unidas

A tan inusual viaje -que será presentado formal y oficialmente en el mes de mayo en Suiza y/o Nueva York- se han apuntado once participantes de diez nacionalidades (Alemania, Suiza, Reino Unido, Rusia, Corea del Sur, Canadá, Austria, Australia, España y EE. UU.). El participante español será Zytel, que correrá con enseña española y china (Zytel tiene en Zaragoza su sede empresarial central, pero cuenta con una planta productiva en China donde está previsto que se fabriquen parte de los componentes de los vehículos eléctricos de la firma aragonesa).

 

Tal y como puede verse en la página de la Zero Race -www.zero-race.com-, la iniciativa cuenta con el apoyo de Naciones Unidas a través de la United Nations Environment Programme (UNEP), el programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Por ello, la visita a la ONU y la recepción del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, es uno de los encuentros institucionales que la organización de la carrera da ya como seguro.


Por parte de Zytel, el equipo que va a participar directamente en la carrera -Iván Lozano, David Puértolas y Antonio Hernández- lleva ya meses trabajando en el diseño y acondicionamiento del vehículo con el que va a participar. Los dos primeros, desde Zaragoza, y Hernández, como responsable de la planta de Zytel en China, desde el país asiático.


"Los coches eléctricos son ya una alternativa real a los de gasolina y gasóleo", asegura convencido Iván Lozano, uno de los ingenieros de la firma aragonesa Zytel que dará la vuelta al mundo conduciendo un vehículo 'verde' diseñado y desarrollado íntegramente por esta pyme creada en Zaragoza.


Demostrar esta afirmación y constatar que se tiene ya la tecnología adecuada para diseñarlos y construirlos, hacerlos fiables y con suficiente autonomía son los objetivos que quiere cumplir la Zero Emission Race o Zero Race (en su versión más corta).


En el caso de Zytel, Iván Lozano, David Puértolas y Antonio Hernández son los encargados de desarrollar el vehículo que llevarán a la carrera. Los tres son jóvenes ingenieros salidos del CPS (Centro Politécnico Superior) de la Universidad de Zaragoza, al igual que el creador de la firma aragonesa, Enrique Zueco.


Obviamente, no parten de cero. Se están basando en el prototipo que ya ha diseñado la empresa -el Gorila, en la imagen de la izquierda, un coche que la firma quiere poner en el mercado este mismo año-, pero adaptándolo para que aguante bien un largo viaje en el que el coche será sometido a todo tipo de terrenos, climas y condiciones. Este es otro de los alicientes que Zytel (como industria) ve en la carrera: además de contribuir a la promoción del coche eléctrico y de dar a conocer (internacionalmente) a la propia firma zaragozana, la 'Zero Race' será un excepcional banco de pruebas. "Nunca hasta ahora -explica David Puértolas- se había intentado hacer un análisis tan completo de la respuesta y el comportamiento de un coche eléctrico sometido a una carrera de 30.000 kilómetros en la que habrá que conducir una media de 400 a 600 kilómetros diarios, en condiciones bien diferentes".


Rodaje previo


Para asegurarse de que los coches aguantan, y que no se queda ninguno tirado en la estepa rusa o el lejano oeste norteamericano, la organización de la carrera exige, además de que el vehículo esté homologado, que haya hecho 10.000 kilómetros de rodaje previos al inicio de la prueba. Por ello, cuando la carrera finalice, los coches que consigan terminarla habrán hecho 40.000 kilómetros.


El vehículo en el que trabajan los técnicos zaragozanos estará equipado con baterías de litio, tendrá 400 kilómetros de autonomía y podrá alcanzar una velocidad de 180 km/h. Será un vehículo parecido al de la foto pero cerrado y probablemente tendrá más de dos plazas.


La eficiencia energética, que es uno de los principios que ha movido a los organizadores a poner en marcha esta iniciativa, está fuera de toda duda. Al precio actual de la electricidad en España -0,16 euros el kW hora- y teniendo en cuenta que los expertos estiman que un coche eléctrico bien diseñado puede gastar entre 10 y 20 kW hora para hacer 100 km, cubrir los 30.000 kilómetros de la carrera puede tener un coste de entre 500 y 900 euros. "Dar la vuelta al mundo por 500 ó 900 euros. A ver quién es capaz de mejorar eso", apostilla Lozano.