MEDIO AMBIENTE

La Junta de Andalucía es optimista sobre el futuro del lince ibérico

El director de los dos programas Life de la Junta de Andalucía para la conservación del lince ibérico, Miguel Ángel Simón, destaca que la población de este felino, el más amenazado del planeta, se ha duplicado en los seis años de vigencia de estas actuaciones. Simón señala, con motivo del sexto aniversario de la puesta en marcha del primer Life, el éxito de esta iniciativa, basado en investigaciones científicas, trabajos de campo, convenios con colectivos sociales y el programa de cría en cautividad. Estos elementos, y el apoyo social -"que es imprescindible", recuerda Simón- han logrado evitar la desaparición del lince ibérico, una especie que ha pasado de los cien ejemplares estimados en 2002 a los 195 censados inicialmente este año.


Ya en 2000, dos años antes de la puesta en marcha del primer Life, la Junta de Andalucía aportó 3,2 millones de euros para un programa de actuaciones que frenase el declive de este felino. El primer Life, cuyo presupuesto rebasó los 9,2 millones de euros, comenzó a aplicarse en el verano de 2002 y hasta 2006, año en el que se aprobó el segundo, vigente hasta 2011 y el de mayor presupuesto de la historia, con 26 millones de euros. Ambos programas han permitido, según Simón, estabilizar la población de lince ibérico de Doñana, que se encontraba cerca de la extinción y ahora cuenta con 45 ejemplares, 19 de ellos hembras reproductoras, así como mejorar la coordinación entre todos los organismos comprometidos en la defensa de esta especie.


En Sierra Morena, la principal población viable del lince ibérico, se ha pasado de los 60 ejemplares censados en 2002 a los 150 individuos de este año, con un incremento estratégico de 18 a 32 hembras territoriales.


Emblema de biodiversidad


Simón matiza que estos datos no permiten "lanzar las campanas al vuelo", pero sí "animan" a intensificar los esfuerzos para evitar la desaparición de esta especie, uno de los emblemas de la biodiversidad de la Península Ibérica.


La mejora de la situación del lince ha sido posible gracias a actuaciones científicas, como innovadores estudios genéticos o el éxito de la reproducción en cautividad lograda por el equipo que dirige Astrid Vargas, pero también por mejoras en el medio natural para aumentar las poblaciones de conejo -alimento casi exclusivo del lince-, recuperar hábitats y eliminar amenazas. Estas actuaciones se han aplicado en 150.000 hectáreas y han requerido firmar convenios con centenares de propietarios.


Los indicadores de los programas Life reflejan que de septiembre de 2001 a junio de este año han fallecido 64 linces por causas no naturales: 44 en Doñana y 22 en Sierra Morena. El atropellamiento, principal causa de esta mortalidad con 23 linces muertos, se ha frenado y no se ha contabilizado ninguna muerte en Doñana desde junio de 2006.


Las enfermedades infecciosas se han cobrado en los últimos siete años la vida de 12 linces, 11 de ellos en Doñana por un brote de leucemia felina en 2007, que, según Simón, se pudo controlar a tiempo y de forma eficaz. Precisamente, esta enfermedad forzó que la Junta de Andalucía adelantase al pasado diciembre la suelta en Doñana de un lince trasladado desde Sierra Morena para aumentar la escasa variabilidad genética de la población que vive aislada en el primero de estos espacios protegidos. Baya, el lince liberado, se ha apareado con las tres hembras de la población de Coto del Rey que habían perdido sus machos por la leucemia felina, lo que ha aumentado la población de Doñana con tres cachorros de sangre renovada, aunque las otras dos camadas se perdiesen.


El siguiente reto del programa Life será reintroducir linces en zonas de las que desapareció hace décadas para recuperar los territorios históricos de este felino. La comarcas de Guadalmellato (Córdoba) y Guarrizas (Jaén), las dos primeras seleccionadas, podrían recuperar a este felino emblemático en 2010.