SALUD

La esterilidad masculina es por primera vez el diagnóstico más común en reproducción asistida

La Sociedad Española de Fertilidad certifica un descenso del 60% de los partos múltiples por la mejora en las técnicas in vitro.

La infertilidad masculina crece en España y también el número de parejas que acuden a clínicas de reproducción asistida en busca de remedio a este problema. Por primera vez, más de un tercio (36%) de los procedimientos de fecundación artificial obedecen a causas masculinas. El dato es revelador y más al apreciar que el porcentaje subió cinco puntos entre los años 2003 y 2004, el último del que la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) tiene cifras.


No es un problema exclusivo de los varones españoles, ya que la cifra "está en la misma línea de numerosos países y de casi toda Europa", aseguró Javier Marqueta, coordinador del Registro anual de la SEF. El estilo de vida, estrés tabaco, alcohol, obesidad, sedentarismo, alimentación o presencia de tóxicos en el entorno son factores potenciales de esterilidad.


El hecho es que, por primera vez, la infertilidad masculina está entre los diagnósticos más frecuentes de los especialistas en reproducción asistida, y los datos entierran los viejos prejuicios sobre la mujer como causante principal de estas anomalías.


El registro de la SEF es el único de estas características existente en España, oficioso pero representativo del 65% de un sector con fuerte presencia privada (el 80% de las clínicas). Sus estadísticas dan cuenta de una demanda creciente de tratamientos de fertilidad, en parte porque aumentan los problemas de esterilidad y, también, porque la mejora en las técnicas médicas y de laboratorio han disparado el porcentaje de éxito "y eso siempre anima", recalcó Marqueta.


En 2004 se realizaron en España algo más de 100.000 ciclos de reproducción asistida -ciclo es cada uno de los intentos-. El 1,6% de los niños nacidos vivos ese año, tres de cada 200, llegaron gracias a estas técnicas. Estas tasa se asemeja a las de países como Francia, Alemania o el Reino Unido. El récord es para los daneses, con un 4%, porque su Gobierno sufraga parte del tratamiento.


No ocurre así en España, donde la mayoría de las intervenciones se hacen en centros privados, a precios que oscilan entre los 600 euros por ciclo de inseminación artificial, la técnica más simple, hasta los 6.000 de un tratamiento complejo como el diagnóstico genético preimplantacional. De ahí que las listas de espera en los centros públicos llegue a los dos años a partir de la primera visita. La SEF pidió a las autoridades sanitarias ayudas y presupuesto para aumentar la oferta y la cobertura económica de estos procedimientos.


Por encima de la media europea

El registro de 2004 incluye un buena noticia; el descenso notable de los partos gemelares y múltiples, uno de los principales problemas de los tratamientos de reproducción asistida en España. En 2004, el 70% de los partos fueron de un solo embrión, y desde 1999 los partos de tres fetos cayeron un 62%. Ahora suponen el 1,8% del total de los partos por fecundación ""in vitro, aún algo superior a la media europea, 1,1%.


"Durante años hemos sido el hazmerreír de Europa", admitió Marqueta, porque los especialistas españoles eran los que mayor número de embriones implantaban para tener más garantías de éxito. Ahora han afinado las técnicas y se implantan menos embriones, pero mejor seleccionados. Sin intervención médica, de cada diez intentos se consiguen tres embarazos. En los centros especializados españoles, cuatro.


Las clínicas certifican que sube la edad de las mujeres demandantes; el 54% eran mayores de 35 años, tres puntos más que en 2003. Y crece también la presencia de mujeres solas o emparejadas con otras mujeres, aunque apenas son el 1,6% del total.