ARTE Y DEPORTE

Juegue al golf rodeado de marmotas

El artista aragonés Miguel ángel Arrudi crea un campo a 2.000 metros de altura, junto a un refugio pastoril en Sallent de Gállego. El 'cross golf' es una disciplina de moda en varios países europeos.

Miguel Ángel Arrudi, practicando golf junto a su refugio pirenaico.
Juegue al golf rodeado de marmotas
HERALDO

¿Le gusta el golf? ¿Y la montaña? Pues, aunque parezca difícil de creer, ambos conceptos no son excluyentes. El artista aragonés Miguel Ángel Arrudi acaba de crear un campo de 'cross golf' en Ibonciecho, término municipal de Sallent de Gállego, a más de 2.000 metros de altura. Así, uno puede entrenar su 'swing' y descansar la vista contemplando todo el valle de Tena. A su alrededor, la soledad, el silencio, las marmotas.


La historia del campo es, como todas las que se salen de lo normal, una encrucijada de casualidades. El refugio donde vive Arrudi fue construido en los años 50 y formaba parte de una serie de edificaciones en las que vivían los trabajadores de las presas hidroeléctricas de la zona. Muchos de los barracones fueron demolidos y las instalaciones se fueron abandonando paulatinamente. Quedó en pie una pequeña casa, que a finales de los 70 o principios de los 80 pasó a ser refugio del club de montaña de Sabiñánigo y, posteriormente, casa de los pastores que alquilaban el terreno para apacentar vacas, ovejas y caballos.


Hasta que llegó Arrudi: "Desde hace unos años ocupo el refugio como pastor no remunerado, por pura afición y rememorando a mis ancestros, también ganaderos -asegura-. Controlo las reses y cada temporada se me mueren dos o tres, normalmente despeñadas porque se meten en sitios complicados y no saben salir. A veces, también, de parto".


¿Y qué pinta un escultor en ese nido de águilas, donde nieva hasta en verano?


"Como no tengo electricidad ni televisión -asegura Arrudi-, hago una vida de sol a sol y me cunde mucho todo. Tengo tiempo para darme paseos a las montañas próximas, para controlar el ganado, para leer todos los libros que no puedo leer durante el resto de año, para pintar varias obras, realizar varias esculturas? o simplemente para ver pasar las nubes por delante de mí".


Siete años fraguando la idea

La idea del campo de 'cross golf' se ha ido fraguando a lo largo de los últimos siete años. En el verano de 2003, Arrudi fue invitado a la Feria de Arte de Marbella y un día, al salir del recinto donde se celebraba, se encontró una bolsa de palos de golf en un contenedor de basura. La recogió y acabó llevándosela al refugio.


"Las maderas de los números 1, 2 y 3, y los hierros 1, 3 y 5 me sirvieron para eliminar algunos nidos de víboras que tenía cerca de la casa". Pero, claro, enseguida surgió la idea de practicar con una pelota de tenis; y, luego, con una de golf. Un grupo de montañeros franceses le descubrió un día, y poco después le envió una bolsa llena de bolas. Con ellas y un libro, Arrudi empezó a practicar en serio.


Al invierno siguiente se celebró en Formigal una jornada de 'golf on ice', con un tiempo horroroso. En primavera, con el deshielo, apareció el monte 'sembrado' de bolas de color naranja, que un amigo recogió para él: "Un día me dije: tengo un palo de golf y ya he liquidado a todas las víboras del entorno. Tengo bolas de golf, pero me encuentro en un paraje supercomplicado, y tampoco es cuestión de ponerme a hacer hoyos como loco, que para eso ya están las miles de marmotas que hay por el entorno? Y me propuse crearme un circuito imaginario, sin tener que marcarme otro objetivo que el conseguir llevar una bola montaña abajo sin perderla". Y así surgió el campo de 'cross golf' Las Marmotas, que estrenó junto a un amigo y unas costillas a la brasa.


"Esta práctica deportiva, llamémosla salvaje o asilvestrada -asegura Arrudi-, no creo que difiera mucho de los principios de este deporte allá en tierras de Escocia".


Un recorrido de 12 puntos

Y ¿en qué consiste el circuito Las Marmotas'? En un recorrido de doce puntos (alguno de ellos a una cota de 2.035 metros de altura), con final en una cresta señalizada con bandera y en la que el deportista no tiene muchas oportunidades de fallar? si no quiere perder la bola para siempre.


Se puede completar el circuito en 30 minutos? o en cinco horas, depende de la suerte, de si rebota la pelota en una piedra y hay que marchar montaña abajo a buscarla?


"El mayor problema radica en que los días que amenaza tormenta no se aconseja salir a practicar, más que nada por los rayos que puedas atraer con los hierros", apunta Arrudi.


El 'cross golf', disciplina deportiva que está de moda en Alemania, Holanda, Chequia, Suiza o Italia, ha desembarcado ya en el Pirineo aragonés.


Para probar el circuito Las Marmotas no hace falta tener buen bolsillo -es gratis, basta con pedirle los palos al artista-, sino buenas piernas. Y es que al refugio se llega después de caminar durante tres horas: son 10 kilómetros de marcha desde la presa de La Sarra, con un desnivel de 500 metros.